"La prohibición nunca ha funcionado en los Estados Unidos para ninguna actividad", comentó el CEO de la empresa David Carruthers. "La idea de que la prohibición podría repentinamente funcionar en algún aspecto es una falsedad, y el hecho de tratar de excluir a una industria multi-millonaria con la demanda de consumo de juego online a través de la prohibición no funcionará".
Como presencia global de la industria de juego online con una amplia gama de ofertas de marcas que cubren apuestas deportivas, póquer, casino y otras formas de juego online, la empresa tiene alcance global con un foco geográfico en América del Norte, Asia y Latinoamérica. La firma ha defendido la regulación de la industria por largo tiempo y el mes pasado publicó un informe acerca de las regulaciones necesarias en los Estados Unidos. Carruthers, por su parte, se hizo eco de dichos sentimientos esta semana.
“Durante siete años, el congreso ha tratado sin éxito de lograr la aprobación de algún tipo de legislación prohibiendo el juego online”, dijo Linda Goldstein, Socio en Manatt, Phelps & Phillips. “Los obstáculos legales a tal ley no son convincentes en la actualidad, como sí lo fueron años atrás. Por el contrario, el incremento de la globalización de nuestro mercado sugiere que la cooperación y la regulación, más que la prohibición, brindarán un mayor beneficio y protección a los ciudadanos de los Estados Unidos”.
David Carruthers cree que ésta es la única forma de en que las empresas como la suya, la cual tiene acciones en la Bolsa de Londres, pueden garantizar la defensa de la legalidad y la lucha contra los negocios ilícitos.
"Si los consumidores en los Estados Unidos tienen que elegir entre una marca con una buena reputación, como la nuestra, que opera en la bolsa, tiene una licencia y un cuerpo regulatorio, la elegirán siempre. Además, bajo las leyes, nuestra industria puede pagar impuestos y generar más ingresos al estado y al presupuesto federal".
Carruthers fue elegido por un consejo consultor independiente en conjunción con el Instituto Internacional para la Prevención y Resolución de Conflictos (CPR). El objetivo de este consejo es brindar a los individuos de ambas partes el asesoramiento necesario para crear juntos normas operativas que puedan ser aceptadas por todos.