La falta de reglamentación para el sector fue en gran media responsable de esas ausencias, y fueron muy pocas las empresas que se animaron a exponer sus productos. El “paisaje” de la feria, por todos estos motivos, fue realmente muy diferente al que Salex exhibía en el 2002, que logró superar el oferta a la feria de Londres.
El evento estuvo restricto prácticamente al sector de diversiones, lo que decepcionó a los expositores del área de juegos de azar, y a los visitantes de los países limítrofes qye se acercaron a San Pablo para conocer las últimas novedades para salas de bingos, sector que supo ofrecer muy variados e importantes desarrollos.
Roberto Sales, director de Salex, lamentó la falta de una legislación para el sector para que Brasil pudiese volver al circuito internacional de ferias de juego. “Sin una ley adecuada, es imposible llevar adelante un proyecto consistente para el sector, como ya fue en años anteriores. Por eso, esperamos la reglamentación del sector para modificar la situación actual”, señaló, destacando que “la vocación turística del Brasil se desperdicia por las autoridades, que continúan asegurando que los bingos y los casinos son perjudiciales. Es una industria como cualquier otra y, en todas partes del mundo, una herramienta más para el turismo. Países a veces menos atractivos terminan entrando en una lista de “visitables” por tener casinos. Y Brasil, con toda su potencialidad, pierde cada año miles de turistas que podrían venir y aprovechar el juego como otra de las tantas alternativas de entretenimientoque ofrece Brasil a sus visitantes”.
En los pasillos, algunos empresarios y profesionales del sector lamentaron el cambio de objetivos al que se vio obligado Salex y se mostraban preocupados por el futuro del sector de juego en Brasil. “Precisamos una legislación seria, ya que el sector es serio y merece respeto. Generamos miles de empleos, apoyamos al deporte y generamos ingresos por medio de impuestos. Precisamos ser tratados como una industria con futuro”, señalaban los principales empresarios.
Marcos García, director de AZ Brasil tradujo bien ese pensamiento al afirmar que “tanto expositores como visitantes se decepcionaron con el pequeño número de negocios que ofreció Salex este año. Varios visitantes de otros estados brasileños y de América Latina se quejaron por el aspecto de la feria, ya que esperaban encontrar un número mayor de expositores para efectuar compras para sus actuales y futuras reformas en salas de bingo. En todo momento solamente se comentaba la visita y la participación en ferias más internacionales, como la de Argentina o la de Colombia”, comentó, lamentando que “debido a este fenómeno, visitantes y expositores ciertamente pensarán mejor el próximo año en asistir o no a Salex”.
Incluso lamentando la falta de un público más calificado, el empresario Marco Aurélio Curado, del Grupo [email protected], reportó la falta de buenos negocios durante la feria. “Es la primera vez que participamos de Salex, pero infelizmente la falta de una legislación para el sector originó muy pocos contactos con empresas del exterior. Tenemos excelentes productos para el mercado brasileño de bingos, pero estamos obligados a focalizar nuestra producción al mercado externo, simplemente porque estamos aguardando una ley para el sector de juego en Brasil. En cuanto ello no ocurra, estamos atentos a los rumbos que marca hoy el mercado internacional”.