El representante Víctor García San Inocencio pidió al gobierno de Aníbal Acevedo Vilá, que la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) establezca programas contra la adicción al juego y se inviertan fondos en campañas educativas sobre los beneficios de ahorrar dinero.
Se estima que los puertorriqueños invierten sobre 5 mil millones de dólares anuales en juegos de azar, que incluyen la lotería tradicional y las cinco modalidades de lotería electrónica, junto a los distintos juegos y máquinas de los casinos, que dejan recaudos millonarios al Gobierno por los impuestos que requieren.
“Esto supone que una porción significativa del ingreso de los puertorriqueños se invierte en las actividades de juego, dejando a un lado cubrir necesidades básicas. Es impostergable que el Gobierno revise su política de promoción de juegos de azar'', indicó el representante, y resaltó que, según un estudio comisionado por el Departamento de Hacienda en 1998, “entre 80.500 y 127.900 de los residentes mayores de 18 años en la Isla, podrían ser clasificados como jugadores problemáticos actuales”.
La política pública en Puerto Rico, en décadas anteriores, había intentado alejar a los ciudadanos del juego, por lo que todas las máquinas tragamonedas debían estar ubicadas dentro de los casinos de hoteles, que no eran visitados frecuentemente por los locales. Sin embargo, actualmente los puertorriqueños representan un 70% del público de los casinos en la Isla.