La industria de apuestas en el sur de la Florida tendrá más máquinas tragamonedas que cualquier otro estado, y podría recibir a tantos jugadores como visitantes hay en Walt Disney World todos los años, además de generar más de 500 millones de dólares para educación, si prosigue el plan acordado por los condados de Miami-Dade y Broward, dijo ayer Amy Baker, directora de la Oficina de Investigaciones Económicas y Demográficas de la Legislatura. “Como contraste, otras áreas del estado podrían experimentar un impacto financiero”, expresó.
Los condados de Miami-Dade y Broward votarán el 8 de marzo el permiso de explotación de tragamonedas en galgódromos, hipódromos y los populares frontones de jai alai. Baker dijo que la industria del juego desviará a los turistas y su dinero al sur de la Florida, lo que podría reducir los ingresos de la lotería hasta en 55 millones de dólares.
Las estimaciones son el resultado de las cifras iniciales generadas por un panel de economistas responsables por predecir el impacto de la Enmienda 4, la medida constitucional que los votantes aprobaron en noviembre y que abre la puerta a las máquinas de juego en el sur de la Florida. Los legisladores ahora deben decidir el impuesto que deben imponer a la industria, y cómo regular sus operaciones, porque todos los ingresos al estado deben gastarse en educación en toda la Florida.
“Los acuerdos negociadas el año pasado entre la industria de las apuestas y los funcionarios del condado son más amplios de lo que los economistas habían esperado antes de que la enmienda se aprobara”, acotó Baker al Comité de Regulaciones de Negocios de la Cámara.
Los economistas esperaban que la industria acondicionara sus actuales edificios, como ocurrió en otros estados que permitieron la explotación de máquinas tragamonedas. En su lugar, la coalición de propietarios de galgódromos, hipódromos y los frontones de jai alai proponen construir nuevos y gigantescos edificios de juego, rodeados de hoteles y complejos de tiendas. “Nunca pensamos que se haría algo como lo que están planeando”, expresó Baker.
El acuerdo entre el Condado de Miami-Dade y la industria, por ejemplo, asume que cada uno de los locales tendrá 2.800 máquinas, más por cada edificio de las permitidas en cualquier otro estado, agregó. “Eso es llevar a la Florida a un nivel que hasta ahora no se ha visto en ningún otro lugar”.
El chairman de la comisión, Frank Attkisson, señaló que las proyecciones de la industria aseguran que siete locales en el sur de la Florida podrían atraer hasta 100.000 visitantes diarios, lo que representaría un volumen de 35 millones de dólares anuales, “similares a las cifras de asistencia a Disney después de 30 años de operación”.
Mientras los legisladores comienzan a redactar un borrador del proyecto para determinar hasta dónde llegará el estado en regular a la industria, los economistas tendrán que revisar sus estimados iniciales para tener en cuenta lo que los votantes de Miami-Dade y Broward decidan el 8 de marzo. Si las tragamonedas se aprueban y se siguen los planes de negocios acordados por los funcionarios de Miami-Dade y Broward, el impacto financiero local se sentirá inmediatamente y aumentará en los años siguientes.
Los estimados preliminares muestran que los dos condados del sur de la Florida tendrán ingresos adicionales de impuestos a las ventas de 150 a 600 millones de dólares, hacia el tercer año de operaciones, indicó Baker.