El Dominó y sus secretos mejor guardados

Cómo jugar

Para practicar este juego milenario se utilizan fichas rectangulares con una cara blanca y una con símbolos en negro. Cada ficha se divide en dos cuadrados y en cada uno se marcan de uno a seis puntos, o ninguno. En total, hay 28 fichas.

El objetivo principal del dominó es colocar todas las fichas en la mesa antes que los oponentes y sumar puntos. El jugador que gana la ronda suma puntos según las fichas que los competidores no logran colocar. La partida termina cuando un jugador o pareja alcanza el total de puntos establecido al inicio.

Debe haber al menos dos jugadores presentes. Las fichas van desde el doble blanco hasta el doble seis, y todas las fichas deben estar presentes para comenzar el juego. Para iniciar, todas las fichas se colocan boca abajo y se mezclan con las manos para distribuirlas adecuadamente. Cada jugador elige siete fichas, siendo el que mezcló las fichas el último en elegir. Las fichas restantes se dejan a un lado de la mesa sin mostrar, ya que se irán levantando posteriormente. Si hay tres o cuatro jugadores, se reparten cinco fichas a cada uno en lugar de siete.

El participante que tiene el doble más alto, generalmente el doble seis, comienza la partida. Si nadie tiene el doble seis, se busca el doble cinco y así sucesivamente hasta encontrar el doble mayor. Junto a esta ficha inicial, se debe colocar otra de valor similar, es decir, si la primera ficha es 6/6, a los lados debe haber una ficha que tenga un valor seis en uno de sus lados.

Cuando le toca el turno a un participante que no tiene una ficha que coincida con los números disponibles a colocar, debe elegir una de las que quedaron en el mazo central hasta encontrar una que sea similar.

En caso de que no haya fichas disponibles para elegir, el turno de este jugador se salta y pasa al siguiente. Este proceso se repite hasta que alguien pueda colocar una ficha. Si todos los jugadores pasan porque no pueden ubicar una ficha, se considera el final del juego y gana aquel que tenga menos puntos en la suma de sus fichas. Es fundamental que los participantes mantengan sus fichas ocultas en todo momento.

En la versión para cuatro personas, cada jugador debe tomar cinco fichas del juego. Los puntos se otorgan a través de los cuatro extremos de las fichas colocadas en la mesa, siempre que sumen un múltiplo de cinco. De esta manera, un jugador solo puede sumar cinco, diez, quince, veinte, veinticinco o treinta puntos en su jugada. El ganador será aquel que alcance cien puntos primero.

Para aumentar las posibilidades de victoria, existen algunos trucos y consejos que se deben conocer y seguir. Se recomienda jugar las fichas más pesadas al principio, para evitar que el participante termine con una puntuación más alta que su rival en caso de que la ronda quede bloqueada. Es importante tener diferentes palos en la mano, para mantener las opciones de juego abiertas y evitar perder un turno.

Es clave prestar atención a las debilidades de los oponentes, ya que al observar los valores de los palos que les faltan, se pueden descubrir las posibles fichas que tienen y bloquear su jugada. Utilizar cálculos para determinar las manos posibles es beneficioso, ya que comprender la matemática del juego brinda ventaja para obtener las fichas dobles y deshacerse de las de mayor valor. Se pueden utilizar las fichas en blanco como comodín, ya que se combinan con cualquier ficha y suman mucho a la jugada.

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