Una encuesta sin precedentes llevada a cabo por la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) y la Unidad de Investigación sobre Alcohol y Drogas (Uniad) reveló que 1,4 millones de brasileños ya han desarrollado trastornos relacionados con el juego, sufriendo pérdidas personales, sociales o financieras debido al juego.
El estudio también muestra que 10,9 millones de personas en el país tienen síntomas de adicción al juego, con una mayor prevalencia entre los adolescentes y las personas con bajos ingresos.
La investigación forma parte de la tercera edición de la Encuesta Nacional sobre Alcohol y Drogas (Lenad), divulgada recientemente por el Observatorio Brasileño de Información sobre Drogas, del Ministerio de Justicia, y entrevistó a una muestra representativa de 16.600 participantes mayores de 14 años en todas las regiones de Brasil entre 2023 y 2024.
Según el estudio, el 25,9% de la población brasileña ha apostado alguna vez en su vida, y el 17,6% lo ha hecho en el último año. Las plataformas digitales de apuestas ya ocupan el segundo lugar entre las formas más utilizadas de apostar, con el 32,1% de los apostadores del país. En números absolutos, esto corresponde a 9,13 millones de brasileños que realizan apuestas en línea.
Otra conclusión es que el 38,4% de los brasileños que apostaron en el último año fueron clasificados como jugadores de riesgo o problemáticos, de acuerdo a la escala PGSI (Problem Gambling Severity Index), una herramienta reconocida internacionalmente que identifica los criterios para diagnosticar los trastornos del juego.
El estudio también indicó que el 4,4% de los ludópatas podría haber desarrollado ya un trastorno del juego, lo que representa el 0,8% de la población brasileña.
A la vista de los resultados, los expertos sugieren adoptar medidas reguladoras y políticas públicas para proteger a los grupos considerados más vulnerables, como los jóvenes y las personas con rentas más bajas.
"La implicación precoz de los adolescentes y los altos índices de problemas entre los usuarios de apuestas, así como la relación entre vulnerabilidad socioeconómica y mayor riesgo de trastorno de juego, refuerzan la urgencia de políticas públicas para proteger la salud mental de la población", afirmó el psiquiatra Ronaldo Laranjeira, profesor titular de la Unifesp, director de la Uniad y presidente de la SPDM (Associação Paulista para o Desenvolvimento da Medicina).