El 17 de mayo se realizó en la ciudad de Panamá la séptima Cumbre Iberoamericana del Juego, bajo el lema “Un futuro de oportunidades”. Allí se dieron cita los principales reguladores de la región, quienes luego de una jornada de charlas y participación en mesas de debate, llegaron a la conclusión que la actividad en Iberoamérica es una actividad regulada y fiscalizada.
Con la moderación de Manuel Sánchez Ortega, secretario ejecutivo de la Junta de Control de Juegos (JCJ) de Panamá, se llevó adelante la mesa redonda “El mercado mundial del juego, su proyección en Latinoamérica y los retos en la regulación”, donde se pudo analizar a fondo la situación del sector. Como panelistas participaron Luis Felipe Coelho, director de Servicio de Regulación e Inspección de Juegos, Portugal; Eduardo Sevilla Echevarría, director general de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas de Perú; Jaime Rivera Emmanuelli, director ejecutivo interino de la Comisión de Juegos de Puerto Rico; y Martín García Santillán, presidente de la Lotería de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Sevilla Echevarría, al tomar la palabra hizo hincapié en que más allá de la permanente fiscalización y la búsqueda constante de regulación, aún hoy siguen existiendo rumores malintencionados que buscar relacionar al sector del juego con el lavado de activos.
Llegado el turno de Jaime Rivera Emmanuelli, se recordó el papel de los reguladores como responsables de lograr que las empresas actúen siempre a regla, sumado a la interacción constante de los fiscalizadores con el sector bancario como con el gobierno. “Lamentablemente cuando el juego no se permite de manera legal, se le abre la puerta a la ilegalidad, y si no podemos ser esa alternativa de medida legal, se pierde el efecto positivo que hace la industria a la sociedad”, señaló el puertorriqueño.
Los presentes coincidieron en destacar que el mayor reto para la industria se encuentra en el sector bancario, e insistieron en generar políticas de información con el fin de superar la estigmatización existente sobre la industria del juego. García Santillán, de Buenos Aires, Argentina, afirmó: “Los operadores debemos unirnos porque hay tensiones con los bancos que exigen muchos trámites bajo la excusa que lo hacen por la prevención de lavado”.
Sobre este mismo tema opinó Manuel Sánchez Ortega: “Me ha tocado ver cómo los bancos tratan a uno como delincuente, y eso es una falta de respeto porque la industria del juego es una actividad extremadamente regulada y se lo he dicho a los oficiales de cumplimiento”. “Nosotros llenamos muchos más requisitos que un propio banco. Siempre nos quieren ver como el patito feo o el malo, cuando no debería ser así porque es una actividad regulada, y en Panamá hasta ahora no se ha dado ningún caso de lavado de dinero”, agregó el director de la JCJ de Panamá.
Como afirmación del compromiso adoptado en la Cumbre, las 13 jurisdicciones firmaron un memorando de entendimiento donde se comprometen a evaluar los temas bancarios y financieros; juegos y apuestas online y el juego responsable.