El jueves 29 de diciembre, el empresario chileno Claudio Fischer, controlador de la cadena de casinos Dreams, le comunicó a los ejecutivos de Las Vegas Convention and Visitors Authority (LVCVA) que no concretaría la compra del terreno en Las Vegas, debido a que el alto costo de endeudamiento hace hoy inviable el proyecto.
La idea del empresasrio será esperar a que las condiciones financieras sean favorables, y volver a ofertar en el futuro, si el espacio sigue disponible. Ante ello, hoy la LVCVA está en libertad de acción para vender este terreno a un tercero.
Fuentes cercanas al empresario chileno aseguran que había sido su sueño desde niño, desde que a los cuatro años fue a Las Vegas con su padre, y le dijo que levantaría allí un casino. Lo intentó dos veces, y siempre se le adelantó alguien. La tercera oportunidad parecía la vencida; pero la economía parece haberle jugado una mala pasada al anhelado deseo del socio de Dreams.
Cabe recordar que en octubre de 2021, la LVCVA -la agencia gubernamental para la organización y el marketing del sur de Nevada- autorizó al empresario a adquirir en USD 120 millones un terreno de cuatro hectáreas en la Strip.
Se trataba específicamente de una parte del terreno en la intersección de las avenidas Las Vegas y Elvis Presley, donde se ubica el Las Vegas Convention Center, de propiedad de LVCVA, y frente al tradicional Circus Circus.
En ese momento se estableció que el pago se concretaría antes de junio de 2022, pero finalmente la autoridad postergó el pago para noviembre, previo depósito de un monto por el retraso. Entonces Fischer pidió más tiempo, hasta el 15 de diciembre, y a la fecha el empresario decidió desistir de la operación.
En los últimos meses, el empresario chileno comenzó a analizar fríamente los números del negocio, y las tasas de interés diluyeron sus proyecciones. La Reserva Federal de los Estados Unidos subió su tasa en siete oportunidades consecutivas: en marzo estaba en 0,25%, hoy se ubica en el 4,25%, incrementando sensiblemente el costo de los créditos.
Las tasas de las hipotecas fijas a 30 años alcanzaron un 7,08% en octubre y noviembre, su mayor nivel en dos décadas. Ante este escenario, Fischer no sólo necesitaba endeudarse para cubrir parte de los USD 120 millones que debía cancelar para adquirir el terreno, sino que además este nivel de tasas complica la construcción, y hacía insostenible financieramente el proyecto.
“La parte a financiar le exigía endeudarse a un mayor valor, con la consiguiente necesidad de obtener mayores retornos del proyecto”, señalaron allegados al empresario.
Fischer tenía hasta el 2031 para iniciar la construcción de un complejo en dicha ubicación; pero su idea siempre fue iniciar los trabajos en un máximo de dos años.
Este tipo de proyectos alcanzan retornos promedio de entre el 10% y el 15%, y fuentes revelan que el financiamiento que sondearon superaba el 10%. “Con este nivel de tasa, ningún proyecto comercial se puede realizar”, destacaron. Y en un escenario, además, donde se prevé que el nivel de las tasas permanezca en estos valores al menos por otros 12 a 15 meses, lo que ofrece un tiempo mayor al que el grupo asesor del empresario había estimado inicialmente comenzar a trabajar.
De hecho, el presidente de la Reserva Federal aseguró a mediados de diciembre que, si bien las alzas serían más moderadas, seguirían desarrollándose y aún quedaría un largo camino para volver a la estabilidad de valores previa.
El desarrollo que preveía hacer Fischer en Las Vegas consistía en un hotel de 50 pisos y 2.000 habitaciones, acompañado de un casino con unas 2.000 máquinas. La inversión estimada se ubicaba entre los USD 1.500 y los USD 2.000 millones, valores muy superiores a los manejados en Dreams, donde el casino más grande es el Monticello, valuado en unos USD 300 millones.
Dado esto, el empresario ya había visto potenciales socios para la iniciativa: un banco de inversión norteamericano y un grupo mexicano, que actualmente opera Arenas y canales de televisión en el país. Ellos mismos habrían compartido la idea de postergar todo el desarrollo en Las Vegas. “Quedarse mucho tiempo financiados caro puede comerse toda la rentabilidad del proyecto. Hoy no hay claridad de poder abrir en un par de años”, subrayan contactos cercanos al empresario.
Para Fischer, sin embargo, este no sería el fin. Su objetivo es esperar hasta que la situación se normalice, para luego volver a contactar a los ejecutivos de LVCVA y apostar nuevamente por su desarrollo.
Actualmente, no existen nuevos interesados en ocupar este terreno. De hecho fuentes explican que en la zona, sólo se están construyendo desarrollos antiguos que contarían con créditos a tasas convenientes.
“Claudio necesita esperar un tiempo para tener visibilidad acerca de la salida final del proyecto, o si no, es muy riesgoso”, resumieron. Para LVCVA, sin embargo, la renuncia temporal del empresario es compleja. De hecho, las prórrogas en el pago daban cuenta del interés de que el negocio se concretara.
Hasta fines de noviembre, el presidente y gerente general de la organización, Steve Hill, repetía en medios locales que el trato con Fischer continuaba, aunque subrayaba que los USD 120 millones eran una cifra inamovible.
El dinero comprometido por la compra del terreno estaba destinado a financiar parte de la fase 3 de renovación de Las Vegas Convention Center, que debiera estar operativa en 2025; un proyecto de USD 600 millones y, en las presentaciones realizadas por la organización, se establecían los USD 120 millones de Fischer como parte de este total.
Dada la situación, si bien es complejo que aparezcan rápidamente nuevos interesados, de aparecer es muy probable que LVCVA decida concretar la venta. Hasta entonces, Claudio Fischer esperará que las condiciones se normalicen, para ver si finalmente puede concretar su antiguo sueño.