Conclusiones del evento de Gaming Consultores

"Preocupa que en la industria reina la incertidumbre: el futuro es muy alentador, pero el presente es complicado"

19-12-2022
Tiempo de lectura 8:26 min

Las autoridades de Gaming Consultores realizaron el miércoles 14 de diciembre un encuentro abierto vía Zoom, en el que analizaron la actualidad y proyectaron el futuro de algunos de los más importantes mercados de América Latina.

Expectativas para el 2023 en la Industria de los Juegos de Azar” fue el título del evento digital en el que participaron todos los integrantes de la consultora: Luis Gama, ex-director de Loterías y Quinielas del Uruguay; Javier Balbuena, ex-presidente de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) de Paraguay; Eric Ríos, ex-secretario Ejecutivo de la Junta de Control de Juegos de Panamá; y Manuel San Román Benavente, ex-director General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas del Mincetur de Perú.

Para dar inicio al encuentro, moderado por el periodista Pablo Zuppi, director de Yogonet Gaming News, cada uno de los disertantes expuso las situaciones particulares del mercado de su país en materia de regulación y legislación.

En ese sentido, Luis Gama se refirió al proyecto de ley que actualmente cuenta con media sanción en el Parlamento Nacional de Uruguay y que solo contempla los juegos de casino online. “He sido muy crítico en cuanto al proyecto de ley por un lado, porque no aborda el juego online en su conjunto y era una buena oportunidad para abordar todo y brindar una oferta de calidad. Con esto, una parte va a depender de una unidad reguladora y la otra, de otra. Eso no funciona en ningún lado porque no permite una hoja de ruta, estrategias en común, políticas de juego responsable”, aseguró.

“Por otro lado, – explicó – en las apuestas deportivas hay un permiso otorgado a un solo operador, pero el proyecto plantea que se pueda otorgar más de una licencia para juegos de casino, entonces hay una parte que va a ser monopólica y en la otra va a haber competencia”, detalló.

“No se está solucionando bien y eso tendrá consecuencias difíciles de corregir. Si bien el proyecto soluciona una parte no regulada, deja otros problemas y puede hacer que los jugadores se trasladen al juego ilegal. Se está priorizando el interés particular y no el general, y cuando eso pasa se logra detener y no avanzar. Además, entran otros temas en discusión que nada tienen que ver con el proyecto en sí”, señaló.

Por su parte, Javier Balbuena recordó que en Paraguay ya son varios los intentos y los proyectos de ley. “No tomaron en serio la necesidad de contar con una nueva ley y eso genera diferentes problemas, por tener una ley no adaptada a los tiempos que vivimos, ya que la actual data de 1997. También está en discusión si los juegos nacionales como las quinielas y apuestas deportivas seguirán siendo exclusividad para una empresa, porque si deseamos que existan varios operadores, la única salida es que se modifique la ley, pero lamentablemente el regulador paraguayo se adormeció”, aseguró.

“Vamos a tener que volver a luchar por una nueva ley si queremos desarrollar el rubro. Hubo un aplazo muy grande que le corresponde al Gobierno Nacional. El otro aplazo de menor responsabilidad es del regulador, que dejo de hacer el lobby suficiente para continuar con el análisis de la ley”, señaló Balbuena, y reflexionó con optimismo: “Se está creando nuevamente después de mucho tiempo un ambiente propicio para que continuemos discutiendo y ya hay conciencia de que esta necesidad tiene un plazo”.

En cuanto a Panamá, al tratarse de un mercado que se desarrolló durante la pandemia, Eric Ríos destacó la forma en la que viene funcionando. “La reglamentación de los juegos en línea surgió de manera bastante oportuna después de venir de un cierre de la industria por la pandemia, porque afortunadamente este gobierno tuvo la voluntad política necesaria. Obviamente como toda reglamentación nueva, sobre la marcha se van manejando situaciones y agregando detalles”, afirmó.

El ex-secretario se refirió también a la necesidad de trabajar en pos del juego responsable: “Este año es que se reforzaron las campañas y reglamentaciones sobre juego responsable, teniendo en cuenta que hay una población empobrecida después de la pandemia, que busca una forma de ayuda o salvación en el juego. En ese sentido, actualmente se realizan negociaciones con otras organizaciones para brindar apoyo médico a las personas que puedan tener problemas con el juego y asesoramiento a sus familiares”. Con respecto a la recaudación, informó que este año los operadores registraron números que representan un 80 u 85% con relación al 2019 (pre pandemia).

Manuel San Román Benavente habló del caso de Perú haciendo hincapié en la importancia que tuvo la voluntad política para la promulgación de la ley 31.557 el 13 de julio de 2022. “Se pudo sociabilizar el reglamento para pedir opinión a todas las personas relacionadas y esto fue exitoso, porque llegaron muchos aportes y aunque la ley tuvo algunos errores, se solucionaron. La parte más importante es que tenemos una ley y un reglamento en curso, que no creo que se vean afectados por la actual situación política”, expresó.

Una característica especial de Perú, es que los juegos de azar en el país no están prohibidos. “En esa ventana estuvieron operando los juegos por internet y apuestas deportivas. Conozco empresas que pagan impuestos y que han tenido una autorregulación, en los que hay un comité que evalúa reclamos de clientes, juego responsable, ludopatía, etc. Pero también hay empresas que no pagan impuestos y no sabemos si los sistemas de control que pueden ejercer ellos son los mismos de las otras. Necesitamos que todas las empresas que van a operar en el país se constituyan, paguen impuestos, competencia leal, que no haya distorsión en el mercado”, enfatizó.

“Por lo tanto, o se constituye una empresa en el Perú, o se constituye una sucursal. La que no lo haga no podrá operar en el país, ni hacer publicidad, sponsoría, ni acceder a licencias municipales. Es un control que tiene que ver con la lucha contra el jugo ilegal”, afirmó.

Proyecciones para el 2023

“Algo que es común a todos los países de la región es la carencia de una política de estado con respecto a los juegos de azar, los gobiernos no tienen claro adónde quieren ir ni cuáles son los objetivos. Y al ocurrir eso se avanza de acuerdo a lo que se presenta”, señaló Luis Gama. 

“Uruguay tiene la puerta abierta en materia de inversión y contamos con la ventaja de sumar a los jugadores que esperan la regulación en Brasil. Pero creo que una carencia de política de estado no da certezas y eso puede hacer que algún inversor no se acerque. Me preocupa que en nuestra industria lo que reina es la incertidumbre. Parece que el futuro es muy alentador pero el presente es complicado”, agregó.

En cuanto a 2023, Gama avizoró que la discusión de la ley seguirá llevando tiempo: “Creíamos que salía este año, pero va a llevar más tiempo. Los miembros del parlamento, que son los que resuelven, son los que saben menos de la industria y valoran otras cosas que no hacen a la industria. Esas idas y venidas, algunas por conocimiento y otras por desconocimiento, hacen que no pueda avanzar”.

Por su parte, el ex-presidente de la Conajzar, señaló que la situación de Paraguay es particular en cuanto atraviesa un momento de cambio político. “Cada vez que tenemos este panorama tenemos la expectativa de que algo va a mejorar. No obstante, no tenemos que esperar sentados sino realizar acciones positivas para que ocurra lo que deseamos que ocurra en el rubro. Si necesitamos una ley, movámonos. Creo que eso es algo que el sector privado entendió perfectamente y tiene una participación activa. Y si el estado sigue en un letargo, ocurre que las empresas se autorregulan con controles de calidad y otros procedimientos”, destacó.

“Cualquier proyecto de ley que defienda un interés particular no tiene futuro en ningún congreso. Tampoco cualquier ley que trate de reglamentar todo el desarrollo de los juegos de azar tiene futuro, porque ningún congresista va a estar tan interiorizado técnicamente del tema y al final se va a desentender. Para eso están los reglamentos, hay que saber utilizar las normas. Paraguay es un país que tiene buen ambiente para los negocios, pero queremos que el que venga a invertir cumpla las leyes como los que están aquí", enfatizó. 

Con respecto a 2023, Balbuena proyecta que el avance dependerá en gran parte del compromiso del sector privado. “Al regulador paraguayo se le perdió la brújula, basado en el análisis de hechos recientes. Si el sector privado se mueve con inteligencia puede que en el primer semestre tengamos una movida interesante. No tenemos problemas con el ejecutivo, sino que tenemos una situación que resolver en el legislativo y depende de cómo el sector demuestre la necesidad que tiene. Considero que después del verano se van a retomar las conversaciones porque es una necesidad no solo por licitaciones o por quién será el nuevo regulador sino porque hay algo mucho más importante que une al sector privado que es la necesidad de tener un acceso seguro y estable al sector financiero”, explicó.

Al referirse a la situación de Panamá, Ríos destacó puntos positivos y necesidades: “El mercado online en Panamá es bastante atractivo. Siempre surgen compañías interesadas en venir a sondear el mercado y en este momento se han otorgado tres distintos operadores de juego online y se están gestionando tres licencias más. El interés se mantiene y es un mercado que está empezando y tiene capacidad para crecimiento. El mercado físico ya está medio saturado y ahí debería entrar la autoridad a regular el tema de los espacios físicos, fijándose en las distancias entre distintas operaciones de juego”, expresó y señaló que actualmente las solicitudes que se están gestionando son de operadores que ya trabajan de forma física en Panamá, pero que la norma contempla que también pueden solicitarlas quienes no.

En cuanto al caso particular de la lotería, la regulación está separada, al tratarse de un mercado que los jugadores prefieren que se mantenga de forma física. “Cuando se intentó modernizarla, hubo un rechazo generalizado de la ciudadanía, por lo que la lotería no siente que vaya a perder mercado con el juego online. Definitivamente hay una necesidad de modernizar pero encontrando un equilibrio porque no podemos quedarnos estancados de un solo sistema”, señaló y recordó que esto también pasa en países como República Dominicana y México.

Volviendo al caso de Perú, Manuel San Román Benavente, hizo hincapié en la necesidad del reglamento y a las razones por las que es tan importante. “Lo que quieren los operadores que vienen trabajando en el país es que la cancha esté pareja, que todos cumplan con las requisitos y condiciones. Para esto lo que tenemos que buscar primero es que la regulación no gire en torno a la recaudación. Para eso, no se están restringiendo la cantidad de autorizaciones que se van a dar, sino que hay garantías. Se está buscando una regulación que sea transversal, igual para todos, que no prime ningún tipo de privilegio y todos operen igual”.

“Tengo la esperanza que algunos mercados resuelvan definitivamente en 2023 el tema de la regulación del juego online”, señaló Luis Gama y, al hacer un repaso de la situación de cada país llegó nuevamente a la conclusión de que “reina la incertidumbre”. “Si algunos países como Perú, Chile y Brasil avanzan, será una buena noticia. Estamos llegando tarde, pero mejor llegar tarde y bien”.

Para cerrar la charla, Balbuena retomó la idea de la profesionalización del sector. “Este rubro es igual a cualquier otro de la economía, pero lo tratan de manera diferente y eso tiene que terminar. Cada situación está atada al tiempo político que vive cada país y eso también tiene que terminar. El rubro tiene que profesionalizarse de ambos lados del escritorio: sector público y sector privado. A eso debe llevarnos el 2023, sino crecerán los sectores grises. Necesitamos orden y certidumbre”, afirmó.

“Afortunadamente ya existen en materia de juego en línea un caso de éxito como Colombia”, expresó Ríos y consideró que esto permitirá que el resto se pueda mover “con mayor celeridad”, aunque recordó que sigue resultando primordial la voluntad política: “No puede haber favoritismos ni intereses particulares, hay que reglamentar en beneficio de un país entero. Cuando un país está debidamente reglamentado, llegan los inversionistas serios”.

“Veo con mucho optimismo el 2023”, finalizó Manuel, y exhortó al avance de las regulaciones. “Espero que el resto de países se dé cuenta de que no tener esta actividad regulada es un tema de falta de dinero para el Estado. Porque las empresas van a seguir operando off shore y eso significa que no pagan impuestos. Buscamos que todos estén unas mismas reglas de juego, que todos paguen impuestos y que la competencia sea leal”, cerró.

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