Cristina Romero: “Cuanto más flexible sea el marco regulatorio del juego online, más probabilidades de éxito tendrá”

Cristina Romero, abogada española del estudio Loyra y especializada en marcos normativos en materia de juego, fue parte de un panel de un webinar organizado esta semana por la Universidad Complutense de Madrid dedicado a los desafíos normativos del juego online.

En su disertación, se refirió a los distintos modelos normativos vigentes respecto del juego online en los países, así como a la manera en que estos influyen en la formación de mercados negros e ilegalidad en el sector.

Asimismo, Romero consideró que, a partir de la pandemia causada por la COVID-19, “este mercado creció”, considerando que aportaría alrededor de un 0,5% del Producto Bruto Interno como media en la Unión Europea. “[Es] un sector bastante relevante económicamente, y que genera empleo tanto directa como indirectamente”, remarcó.

En esa línea, detalló que el juego online, dependiendo del país, supone actualmente entre un 15% y un 60% del juego total. Añadió que “el juego más jugado es el de las loterías, porque son las más extendidas socialmente, con un monopolio del Estado en muchas jurisdicciones y, por tanto, siempre goza de ciertos privilegios como publicidad, licencia social, distribución, entre otros”.

Para ampliar su análisis, Cristina Romero otorgó una entrevista a Yogonet, en la que identificó el principal desafío de las normativas en la actualidad y el mejor marco legal que un estado puede implementar, así como una mirada sobre España y Latinoamérica.

Desde su punto de vista, ¿cuál es el principal desafío que enfrentan hoy las normativas vigentes sobre juego online?

Su adaptación a la realidad de la industria, que evoluciona a ritmo vertiginoso gracias a la tecnología. Creo que, cuanto más flexible sea el marco regulatorio, más probabilidades de éxito tendrá para acomodar los avances tecnológicos y los nuevos tipos de juegos.

En su disertación, comentó que existen los modelos normativos de prohibición directa, libertad absoluta y prohibición general con chance de obtener licencias. ¿Cuál considera que es el mejor, teniendo en cuenta la proyección de la industria del juego online?

Sin duda, la posibilidad de obtención de licencias. Tanto la prohibición como la libertad absoluta carecen de sentido. La prohibición, porque se estaría negando una realidad y una demanda natural por un producto de entretenimiento como es el juego online. La libertad absoluta, porque no es un producto inocuo.

En España, se han reglamentado una serie de limitaciones a la publicidad del juego privado, incluido el online, en medios de comunicación. ¿Qué opina sobre estas medidas y qué efectos considera que tienen?

Que, por desgracia, la norma ha sido demasiado “pendular”, pasando de la excesiva permisividad a la restricción casi total, que supone pérdidas no solo para la propia industria, sino también para el deporte, los medios de comunicación y otros. Ciertamente que es necesario regular la publicidad y promoción en una actividad como es el juego, pero una cosa es regular y otra es cuasi prohibir, pues se está privando a las empresas de juego de la posibilidad de informar a sus consumidores, los jugadores, sobre su producto, entre otros.

¿Cuál es su opinión sobre los marcos normativos vigentes en Latinoamérica? Tenemos casos de prohibición absoluta, pero también de prohibición general con licencias.

Creo que deben regular aquellos países que no lo han hecho todavía, dado que se trata de un fenómeno cada vez más extendido y que, queramos o no, traspasa fronteras. Los estados tienen que tomar conciencia de la importancia de la regulación adecuada para proteger los intereses de los jugadores, la salud pública y generar un mercado competitivo y transparente que traiga inversión y retornos para la hacienda pública. Los países que sí han regulado, deben estar en constante proceso de reflexión para mejorar la normativa y adaptarla a las innovaciones.

¿Qué alternativas normativas considera que se deberían explorar en Latinoamérica para alcanzar niveles de desarrollo como el vigente en Europa o América del Norte?

Existen buenos ejemplos, como lo era España en su momento, el Reino Unido y algunos otros que han resultado exitosos en cuanto a reducciones de tasas de juego ilegal y generación de rendimiento económico. Creo que cada jurisdicción debe inspirarse en las mejores prácticas de otras jurisdicciones que van por delante en el proceso de regulación, sin olvidar su propia identidad ni tampoco “inventar la rueda” y no dejar de apoyarse en la industria, en los operadores internacionales, que son los que cuentan con mucha experiencia.