Este fin de semana hubo largas colas para ingresar al casino de Carlos Paz, y a las salas de tragamonedas ubicadas en pleno centro de la ciudad, con esperas de más de una hora en promedio. Lo mismo había ocurrido cuando los establecimientos de apuestas, que estaban cerrados desde junio, reabrieron a finales de julio con el protocolo sanitario como el uso obligatorio de barbijo, el distanciamiento social y la sanitización, entre otros aspectos.
Las últimas medidas del gobierno provincial permiten la actividad de bingos y casinos, con un aforo de hasta el 40%, conforme a los protocolos que rigen al efecto, y en el rango horario establecido para actividades no esenciales.