Según el director ejecutivo de GVC Holdings

"Con la vuelta de los deportes en vivo, la industria redobla sus esfuerzos para proteger a los adictos"

"Si adoptas el enfoque equivocado, empujarás a los más vulnerables a las garras de un mercado negro inescrupuloso y empeorarás las cosas", afirmó el director ejecutivo Kenneth Alexander.
18-06-2020
Tiempo de lectura 2:58 min
Kenneth Alexander afirma que hay un grupo de presión importante antijuego, que cree que implementar restricciones obligatorias y punitivas ayudará a las personas adictas. Pero esas medidas, según él, solo servirían para exacerbar la cuestión. "Los jugadores, en cambio, se volcarían a operadores sin licencia del mercado negro, donde no existe la protección al consumidor, la interacción o la intervención para quienes pueden estar en riesgo", explicó.

Ahora que las casas de apuestas comienzan a reabrir en el Reino Unido, GVC, compañía dueña de Ladbrokes Coral Group, creó un blog donde el director ejecutivo, Kenneth Alexander, expone su visión sobre el modo en que el sector enfrenta las cuestiones relativas a la adicción al juego.

Un factor desorientador del periodo de confinamiento ha sido la ausencia del ritmo habitual del calendario deportivo.

"Por supuesto, muchas personas disfrutan de apostar para hacerlo más emocionante", explica Alexander. "Solo mira la Virtual Grand National, que fue seguida por cerca de 5 millones de personas en ITV y recaudó £2,6 millones a través de las apuestas en abril para caridad".

La popularidad de estas actividades de entretenimiento combinadas es uno de los factores que han convertido a los juegos de azar en una industria extremadamente valiosa en la economía del Reino Unido, que aporta £ 9.000 millones en concepto de valor agregado bruto. GVC, por sí sola, es uno de los veinte contribuyentes más grandes del país.

Sin embargo, admitió que "no cabe duda de que, para una minoría, los juegos de azar pueden convertirse en un problema". Era entendible, por ello, que el confinamiento pudiera exacerbar la cuestión para algunas personas.

Existe un grupo de presión importante antijuego que considera que implementar restricciones obligatorias y punitivas (en especial, reducir los límites de las jugadas en línea) ayudará a las personas adictas. "No tengo ninguna duda de que su deseo genuino es ayudar a resolver el problema, pero en realidad esas medidas solo servirían para exacerbar la cuestión: los jugadores, en cambio, se volcarían a operadores sin licencia del mercado negro, donde no existe la protección al consumidor, la interacción o la intervención para quienes pueden estar en riesgo", explicó. En otras palabras, es un enfoque que podría dañar a muchas de las personas a las que pretende proteger.

La proporción de consumidores del Reino Unido que apuestan en juegos de azar ilegales se ubica, actualmente, entre las más bajas del mundo, pero el mercado negro en este país aún genera ventas por £1.400 millones al año.

"Basta con observar otros países que han impuesto regulaciones severas, como Francia y Australia, para notar que estas dan lugar al aumento de mercados negros importantes. Además, se ha detectado que la adicción al juego es hasta un 150% más preponderante en los operadores ilegales. Es más, no pasa por utilizar dispositivos de bloqueo de sitios web para detener a los operadores del mercado negro: en los EE.UU., aunque probaron este enfoque en 2006 cuando intentaron ponerle un freno a los juegos de azar en línea, miles de millones de dólares se gastaron en operadores del mercado negro", explicó.

"Estamos continuamente mejorando nuestras políticas de protección de jugadores en función de los datos exhaustivos y las funcionalidades tecnológicas de las que disponemos. Por ejemplo, nuestros algoritmos basados en software, conocidos como "indicadores de daño", pueden identificar comportamientos adictivos, lo que ayuda a nuestro equipo responsable de juegos de azar a intervenir antes de que se desarrollen problemas serios", continuó Alexander. "Estamos esforzándonos por comprender mejor la naturaleza del problema y hemos multiplicado por diez las donaciones voluntarias para investigación, educación y tratamiento de la adicción al juego. También creemos que hay demasiada publicidad de los juegos de azar, en especial, en el fútbol. Por ello, hemos retirado nuestra publicidad de las camisetas de fútbol y los estadios del país de manera voluntaria".

"Sabemos que nuestros clientes desean que profundicemos en medidas más seguras respecto de los juegos de azar. Por ejemplo, cuando les consultamos, los jugadores expresan su fuerte apoyo a tener la posibilidad de establecer límites voluntarios a los juegos de tragamonedas en línea. En consecuencia, hemos implementado este cambio en todos nuestros negocios", afirmó.

Según Alexander, imponer una restricción total rimbombante a los límites en las apuestas puede parecer atractivo superficialmente, pero en definitiva, es probable que sea muy contraproducente. "La regulación debería promover que la industria tenga en cuenta las circunstancias individuales, brinde herramientas que les permitan a los consumidores administrar su propio juego en un nivel que puedan costear e intervenga antes de que se desarrollen los problemas".

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