Los casinos de Puerto Rico aún no cuentan con una fecha concreta de reapertura: no fueron incluidos por el Gobierno en la fase 3 de la cuarentena. El cierre de estas salas provocó que operadores y el Ejecutivo liderado por Wanda Vázquez Garced hayan perdido, hasta el momento, ingresos por US$ 70 millones. Los administradores de los casinos sostienen que esta situación es injusta. Entienden que se basa en una percepción equivocada con respecto al rubro.
"Nosotros tenemos los datos porque los clientes se hacen socios para obtener beneficios y en el caso de Casino Metro, entre un 20% y 23% son personas mayores de 65 años, mientras que el grueso está entre 45 y 64 años. Recibimos clientes desde los 18 años, las edades dependen del horario. Pienso que también nos discriminan y penalizan por ser juegos de azar y la gente tiene derecho a entretenerse como desee. Estamos perdiendo cientos de miles de dólares al mes, nosotros y el gobierno en sus recaudos", declaró Ismael Vega, gerente general de Casino Metro, a El Vocero.
Durante una entrevista concedida a Yogonet a principios de junio, Vega detalló los trabajos de reacondicionamiento que está realizando.
Los hoteles comenzarán a recibir más clientes tras la apertura de los sectores turísticos. "Los hoteles han tenido una ocupación mínima, aunque esperamos que comiencen a subir paulatinamente, pero necesitan los casinos abiertos. Nuestros empleados siguen obteniendo el beneficio del desempleo, pero esperamos retener a casi el 100% de ellos luego de abrir, porque necesitaremos más personas para cumplir con la desinfección y seguridad. Tenemos que abrir, esperamos estar en la próxima fase", explicó Vega.
Las ventas de los 16 casinos de Puerto Rico superan los US$ 260 millones anuales, las ventas anuales promedian entre US$ 22 millones a US$ 23 millones.