El panel titulado Update on Brazil: delays, decisions and race for market share, parte del SBC Digital Summit que se está llevando a cabo del 27 de abril al 1 de mayo, fue moderado por Christian Tirabassi (Ficom).
"Desde nuestra empresa, notamos que un gran número de operadores internacionales están deseando entrar en este mercado", comenzó Tirabassi. "Están empezando a cerrar acuerdos para tener presencia en el territorio una vez que el mercado finalmente se regule".
Neil Montgomery (Montgomery & Associados) compartió un resumen del panorama actual del proceso de regulación que se está dando actualmente en el país. "Parece una telenovela, las cosas empezaron y se suspendieron varias veces y durante muchos años".
A fines del 2018, se aprobó una ley que legalizó las apuestas deportivas en Brasil, pero dicha ley tiene que ser reglamentada mediante decreto presidencial. El ministro de economía es el organismo que se encuentra actualmente trabajando la redacción de dicho decreto.
El último borrador, que fue sometido a una tercera consulta pública a principios de Marzo, contenía un cambio respecto al modelo de licencias que se venía barajando hasta el momento para la operación de apuestas deportivas.
A diferencia del modelo que se evaluaba en principio, que implicaba un tipo de licencia llamada “autorización”, bajo el cual cualquier operador que cumpliese los requisitos correspondientes obtendría una licencia para operar; el modelo actual, de “concesión” es más complejo y establece un número limitado de licencias.
"SECAP (la Secretaría de Evaluación de Políticas Públicas, Planificación, Energía y Lotería, parte del ministerio de economía) dijo que serían alrededor de 30 pero ese número puede variar", aclaró Montgomery. "Esperamos que el decreto esté listo para fines de este año o principios del siguiente".
Un asunto controvertido que surgió a partir de la aprobación de la ley de 2018, tiene que ver con la tasa impositiva, ya que muchos miembros de la industria consideran que es muy alta (3% de la facturación) en comparación con otros países, lo que algunos creen terminaría reduciendo el atractivo del mercado brasileño.
"El Ministerio de Economía intentó reducir la tasa a un 1%, pero por desgracia, como el decreto es una norma administrativa, no puede derogar una ley federal", siguió explicando. "Cualquier cambio requeriría de la intervención del Congreso y eso llevaría mucho tiempo, por lo que creo que la tasa que prevalecerá será la del 3%".
Sin embargo, según Andre Gelfi (CEO, Suaposta), el hecho de que en el ministerio de economía haya ciertos técnicos implicados en el proceso de regulación podría tener un impacto positivo y cambiar esa realidad:
"Va a haber asesores legales y financieros del BNDES (el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil) y de la Secretaría Especial de Fazenda, que van a ayudar en la creación de la norma administrativa", explicó Gelfi. "Si consideran que un cambio en la tasa impositiva podría redundar en la creación de un mercado de una calidad superior, van a hacer lo posible para que eso suceda".
Suaposta opera apuestas hípicas, que es la única modalidad de juego que se encuentra actualmente autorizada en Brasil.
En referencia al impacto que la pandemia del coronavirus tuvo en su compañía y en la industria, Gelfi comentó: "Aunque el número de apuestas que estamos pudiendo ofrecer se ha visto reducido a la mitad, nos las arreglamos para seguir cumpliendo con nuestro presupuesto y plan de negocios para este año", dijo y agregó: "Los eventos deportivos se van a reactivar en los próximos meses, y ese mercado va a poder volver al ruedo en Brasil probablemente en el segundo semestre".
Tal como explicó Arthur Silva, el CEO of Sportsbet.io, el fútbol en Brasil representa un 95% del total de apuestas deportivas. Sportsbet.io llegó al mercado brasileño en 2014 y desde entonces, firmó contratos para auspiciar equipos de primer nivel mundial como el Flamengo, el más grande de Brasil.
"A diferencia de Andre, cuya empresa depende mayoritariamente de las apuestas hípicas, nuestra empresa se vio profundamente afectada por el COVID-19 ya que nuestra principal fuente de ingresos proviene del fútbol", expresó Silva.
A pesar de ello, aseguró que esta situación puede tener un lado positivo: "La contracción en la economía brasileña va a generar una gran pérdida en términos de recaudación de impuestos. Los equipos técnicos que mencionó Andre saben muy bien esto, entonces van a querer acelerar la publicación del decreto".
"La industria se dio cuenta de que no puede depender solo de las apuestas deportivas", agregó. "Quizás los operadores empiecen a prestar más atención al potencial que tienen otro tipo de productos en Brasil, como el casino".
Sin embargo, Montgomery consideró que otras formas de juego no corren con la misma suerte, ya que el gobierno parece estar enfocado solo en la legalización de apuestas deportivas, al menos por el momento. "Es una gran oportunidad que se está desaprovechando. La crisis que genera el COVID-19 sería ideal para la legalización de todos los tipos de juego, ya que generaría más ingresos, más recaudación tributaria y más trabajo en el país".
Además de criticar la tasa impositiva del 3%, Silva también mencionó que el borrador del decreto establece un margen máximo de ganancias: "Si empieza a haber legislación que no es del todo liberal, se “mata” el efecto de competencia; es decir, si todos debemos operar bajo el mismo margen de ganancias, no podemos consolidar nuestro producto y apuntar a un público específico".
Como respuesta, Montgomery resaltó el reciente nombramiento de Nelson Leitão Paes como nuevo secretario interno de SECAP. "Parece tener un enfoque bastante liberal y a favor del juego, así que creo que su nombramiento es un paso adelante en ese sentido".
"BNDES tiene un enfoque bastante liberal también", agregó Gelfi.
Silva también expresó su preocupación respecto al juego clandestino en Brasil: "Si no se crea un ambiente próspero para que el mercado regulado pueda florecer, entonces se termina favoreciendo al juego ilegal y eso es muy peligroso", comentó. "En mi opinión, este decreto no resuelve el problema, más bien lo profundiza, y además, Brasil no es un país que se caracterice por hacer cumplir las leyes"
Respecto a esto, Tirabassi agregó: "Si no se implementa una norma sostenible en términos de carga impositiva y si la oferta regulada no es competitiva con la extranjera, se estará creando un desajuste en términos de competencia entre el mercado legal y el clandestino".
En ese sentido, Montgomery estuvo de acuerdo con Silva: "Hasta ahora, el gobierno ha sido bastante laxo en el cumplimiento de la legislación vigente, pero creo que una vez que las nuevas regulaciones se implementen, estoy seguro que se van a asegurar de que sean cumplidas".
Según explicó Montgomery, la legislación, tal como está redactada actualmente, especifica que solo las empresas brasileñas estarán autorizadas a operar en el territorio. Es por eso que aquellas compañías extranjeras interesadas en obtener una licencia deberían empezar a incorporar subsidiarias o empresas tenedoras en Brasil que estén preparadas una vez que la regulación esté vigente. Deberían hacerlo con anticipación, según Montgomery, ya que es probable que haya un periodo de más o menos seis meses entre la publicación de la normal y el comienzo efectivo de las operaciones en el mercado. "Se que muchas compañías extranjeras están esperando a que salga la norma para ver cómo serán las 'reglas del juego' antes de dar ese paso, pero mientras más rápido se establezcan en Brasil, lo cual puede ser un proceso bastante engorroso, mejor".
Según Silva, existe cierta presión por parte de los clubes de fútbol para que salga la nueva norma, ya que la industria del fútbol, que es bastante fuerte en Brasil, a sufrido mucho con esta crisis: "La mayoría de los equipos de fútbol están muy endeudados y en peligro de cerrar is los eventos deportivos no se reactivan en el próximo mes, entonces creo que ese sector va a ser uno de los más interesados en beneficiarse con la apertura de las apuestas deportivas", explicó. "Esperan que los operadores extranjeros lleguen al país e inviertan en ellos".
"Muchas empresas internacionales están siguiendo el proceso de regulación muy de cerca," agregó Tirabassi. "Buscan establecer un negocio que se enfoque en el mercado brasileño, que lo conozca bien, que tenga las herramientas de pago adecuadas y entienda el producto. Definitivamente, estos inversores traerán consigo recursos, empleo y todos los beneficios que suelen acarrear los grandes operadores de apuestas deportivas globales".