España: las apuestas deportivas crecieron un 12% en Aragón

El pasado año se jugaron en Aragón casi 7 millones de euros más que en 2016, lo que supone un incremento de un 12,4%, que permitió que esta modalidad superara por primera vez la barrera de los 60 millones. En concreto, se apostaron 62,7 frente a los 55,8 del ejercicio anterior, cifras muy alejadas de los 27 millones de euros de sus inicios en 2013. También se batió el récord de premios pagados, que sumaron 51,3 millones. Estos son algunos de los datos que recoge el informe sobre el juego en Aragón correspondiente a 2017, que acaba de publicar la Dirección General de Justicia e Interior del Gobierno de Aragón (DGA).

Estas apuestas tienen especial aceptación entre el público más joven, lo mismo que el juego online. De hecho, hasta un 70% de los casos que tratan actualmente en la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Azajer) llegan con problemas de este tipo. Tanto en formato presencial como por Internet –el juego online, que se inició en 2011 con la aprobación de la Ley de Regulación del Juego, es competencia del Estado–, se convirtieron en una moda que con frecuencia se va de las manos de quienes se aficionan a ella. "Ambos suelen ir unidos", advierten desde la Azajer.

En la actualidad, en Aragón hay nueve empresas de apuestas, y además de los tres locales dedicados en exclusiva a este juego, también se puede practicar en zonas separadas de otros establecimientos. En concreto, en 115 salones de juego, 11 bingos, y en el único casino que queda en la comunidad, ubicado en Zaragoza.

Por lo que se refiere al juego online, sólo de 2014 a 2015 el número de jugadores en España creció un 34,4%, según la información facilitada recientemente por el Ministerio de Hacienda a través de una respuesta parlamentaria. De los 668.869 usuarios en 2015, 217.000 tenían entre 18 y 25 años.

Al margen del imparable crecimiento de las apuestas, otro de los datos más llamativos que revela el informe del sector en Aragón es el repunte experimentado por el bingo electrónico, que después de dos ejercicios de caída, volvió a acercarse a las cifras de 2014, cuando llegó a mover casi 7 millones de euros, mientras que en 2016 ni siquiera alcanzó los 3,5. En 2017, se rozaron los 6 millones jugados.

Se trata de otra de las modalidades más nuevas –la Comunidad la reguló en 2011– y una de las razones que podría haber contribuido a esta subida es que en 2016 la explotación del bingo electrónico se realizaba a través de una única empresa y su gestión correspondía básicamente a los bingos, mientras que el año pasado otra firma se sumó al negocio en Aragón e instaló sus terminales en salones de juego, según explicaron desde el gobierno aragonés. Al cierre de 2017, se podía jugar en 5 bingos y 28 salones. Con todo, las arcas autonómicas no notaron esa recuperación y la recaudación por este concepto se estancó en poco más de 88 mil euros.

Sí se observó un nuevo incremento de ingresos tributarios por loterías, rifas, boletos y las denominadas combinaciones aleatorias. Si hasta 2009 siguieron una tendencia irregular, con constantes subidas y bajadas en la recaudación, desde el inicio de esta década no dejaron de crecer exponencialmente. En 2010 reportaron a la DGA 47.685 euros, en 2014 se superó por primera vez el millón de euros y en 2017 entraron en las arcas autonómicos por este concepto más de 1.812.000 euros.

El Ejecutivo autonómico trabaja en un decreto que regule las condiciones de rifas, tómbolas, etc., para que resulten "fiables, seguras y transparentes" y se eviten fraudes. Así, se plantea que los sorteos con premios que superen los 2 mil euros tengan que ser autorizados por la Administración y se concretan las prácticas irregulares sancionables.

La DGA también propone cambios en el bingo, ya que en los últimos años la mayoría de las salas "evidencian signos de estancamiento", al competir con juegos en soportes electrónicos. Sigue siendo el que más dinero mueve en Aragón, con 81,7 millones en 2017 –tercer año consecutivo de crecimiento– pero aún está muy lejos de los valores previos a la crisis –en 2006 superó los 194 millones–. Alegando que genera "riqueza y puestos de trabajo", el Gobierno quiere "dinamizar" este sector, "en beneficio de la Administración, del empresario y del jugador", y mejorar su competitividad frente a otros juegos incrementando el retorno en premios. De esta forma, se pasará de repartir el 63% del valor nominal de los cartones al 66%.

Fuente: El Heraldo (España) y DGA.