El director ejecutivo de la Comisión de Juego del Reino Unido (UKGC, por sus siglas en inglés), Neil McArthur, aseguró que fue una falla sistémica de William Hill prolongada durante casi dos años, y que el paquete de sanciones refleja la seriedad de las infracciones. "Apelaremos a todo nuestro poder de aplicación de la autoridad para hacer al juego más justo y seguro", agregó, según una publicación de la entidad reguladora británica.
La medida derivó de una investigación de la UKGC, que reveló irregularidades entre noviembre de 2014 y agosto de 2016. Entre ellas, se informó que la compañía no contaba con la cantidad necesaria de personal para asegurar que los procedimientos antilavado y de responsabilidad social fueran efectivos. Eso permitió que diez clientes depositaran grandes sumas de dinero vinculadas a hechos delictivos que arrojaron ganancias de 1,2 millones de libras (más de 1,6 millones de dólares) para William Hill. La compañía no buscó información adecuadamente sobre el origen de los fondos ni determinó si eran jugadores problemáticos.
William Hill Group pagará más de 5 millones de libras por violar las normas y se despojará de las 1,2 millones obtenidas de las transacciones de los 10 clientes. Si se logra identificar a las víctimas de esos apostadores, se les devolverá el dinero. Asimismo, la firma británica asignará auditores externos para revisar la implementación y eficacia de sus políticas de lavado de dinero y responsabilidad social, y compartirá aprendizajes con la industria global.