Para el representante por acumulación José Aponte Hernández (Partido Nuevo Progresista), la drástica baja en la recaudación de impuestos por juegos de azar se debe a la proliferación de máquinas de entretenimiento. “Son ilegales y compiten contras las que operan en los casinos”, sentenció.
De acuerdo con la Ley de Juegos de Azar vigente en Puerto Rico, los únicos establecimientos autorizados para pagar premios en efectivo son los casinos. “Muchos de los operadores de máquinas de entretenimiento quebrantan la ley, ya que emiten premios en efectivo y pagan apenas 100 dólares anuales por un permiso de uso que no les corresponde”, denunció el funcionario.
Por este motivo, solicitó que el secretario de Hacienda, Raúl Maldonado, y el director de la Compañía de Turismo, José Izquierdo, inicien una ronda de inspección por todos los locales en la isla. “Hay que corroborar si las tragamonedas están en ley y sacar, de una vez y por todas, las que operan ilegalmente”, propuso.
“Estamos convencidos de que la merma en la recaudación se debe a que los hoteles están cerrando casinos porque su operación no es costo efectiva”, aseveró.