En Argentina, cada provincia tiene la potestad de regular el juego dentro de su jurisdicción. Ahora bien, ¿qué sucede con los juegos online, que no entienden de límites territoriales?
“Una de las mayores dificultades que tenemos es la de controlar aquellos juegos de azar foráneos que se utilizan mediante plataformas digitales –internet, aplicaciones, redes sociales”, asegura Alfredo Mónaco.
El presidente de la Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de Argentina (ALEA) y titular del Instituto de Juegos de Azar de Neuquén (IJAN) explica que los juegos online “son reconocidos como una forma innovadora de captura de apuestas y constituyen una de las mayores preocupaciones por parte de los entes reguladores de juego del todo el mundo”.
De hecho, la institución provincial trabaja en conjunto con otros organismos nacionales que tienen competencia sobre la operatoria, como el Ente Nacional de Comunicaciones, la Administración Federal de Ingresos Públicos y el Banco Central de la República Argentina.
Para Mónaco es importante prevenir la ludopatía, fomentar el juego saludable, luchar contra el lavado de activos y regular los juegos de azar: “Necesitamos que la operación y la explotación les brinden seguridad a los que apuestan”.
“Si bien para los apostadores es una ventaja poder jugar desde cualquier lugar de manera online, representa una dificultad para los entes reguladores, ya que el control del juego no autorizado resulta una tarea compleja”, sostiene Mónaco.