Manuel San Román Benavente, director general de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas del Mincetur, explicó que a partir del 2010, fecha en la cual comenzaron a regir las nuevas normas, los ingresos del sector se cuadriplicaron y, en este marco, se están planteando los pormenores para darle el marco jurídico a la regulación del juego en línea.
Las salas presenciales peruanas están viviendo una especie de primavera ya que, según explica San Román, la formalización que se viene dando desde hace cinco años hizo crecer de 50 millones de soles (más de U$S 15 millones) que recaudaban anualmente hasta alcanzar los 200 millones de soles (casi U$S 65 millones) en la actualidad. "En las salas presenciales también hemos logrado interconectar con el ente recaudador del impuesto a la totalidad de las máquinas que se hallan autorizadas a nivel nacional en el Perú. Por lo tanto, respecto a este tema de fiscalización y el control de las salas presenciales, están íntegramente controladas. De alguna manera, nosotros hemos logrado revertir la fea figura que tuvimos cuando Perú contaba con sólo un 3,5 por ciento de formalidad".
¿Y hoy queda todavía algún sector informal en el juego?
Tenemos el 100% formal. Esto no implica que alguien trate de operar algún día una sala informal ¿pero qué es lo que ha pasado? Que el mismo formal se ha convertido en nuestro aliado y nos dice a nosotros: "oiga, yo pago el impuesto, usted me fiscaliza, acá han abierto una sala informal, venga y ciérrela" por lo que una sala de este tipo no debe estar durando más de una semana hasta que nosotros hacemos el operativo y esas máquinas son destruidas.
¿Los 200 millones de soles (casi U$S 65 millones) es la recaudación total del juego o sólo de las salas presenciales?
Ésta es la recaudación de las salas de casinos y las tragamonedas. Nosotros tenemos 22 salas de casino y 700 salas de tragamonedas a nivel nacional. La recaudación total anual suma, más o menos, 300 millones de soles, unos U$S 100 millones.
Sabemos que en Perú se están dando los últimos trazos para regular formalmente el juego en línea. ¿Qué particularidades tendrá la nueva ley?
Tenemos un proyecto de ley con el cual estamos trabajando, donde están establecidas las pautas que les van a interesar a aquellos que quieran explotar el juego por Internet en el Perú. Por ejemplo, podrán solamente hacer publicidad y esponsorías aquellas empresas autorizadas para explotar los juegos por Internet y los sportbooks. Fijamos de alguna manera un porcentaje en el impuesto que es diferente de las salas presenciales, porque las salas presenciales hacen una inversión respecto a generar puestos de trabajo, tienen sistemas de videos y otra serie de controles. El impuesto de una sala de tragamonedas es del 12% igual que un casino, mientras que un impuesto posible para el juego online podría ser sobre el 15 y menor del 20%. Otra cosa que creo que es importante es que solamente van a poder operar en el país quienes obtengan una dirección electrónica o un dominio otorgado por una empresa de telecomunicaciones que termine en .pe. Estamos considerando en esta ley que no va a ser necesario que los servidores estén en el Perú, los servidores podrán estar en el extranjero. Sin embargo se deberá poner aquí un terminal server que permita la fiscalización y control de estos juegos. Y vamos a controlar a través de un sistema unificado de control en tiempo real, para nosotros tener toda la información de las operaciones que se están realizando con tarjetas peruanas o dentro del Perú.
¿Los operadores que trabajan hoy en Perú están en una especie de franja gris?
En el mundo entero están trabajando aunque no tengan autorización porque no hay manera de bloquear el servicio de Internet. Cuando uno los bloquea inmediatamente ellos consiguen 200 direcciones IP más. Entonces, Internet es un tema imposible de bloquear. No es que ellos han entrado al Perú, sino que los peruanos están entrando en estos sitios que están fuera de Perú y muchas veces están en paraísos fiscales y están evadiendo impuestos y controles.
Entonces, los legalizan porque están jugando de hecho y el dinero que se puede recaudar, se pierde.
No es solamente un tema del dinero del impuesto, sino de cuidar a los grupos más vulnerables de la población para que gente que está con problemas de ludopatía no esté ingresando al sistema, que no entren menores de edad, que no haya un sistema de lavado de activos, que se sepa el origen del dinero, cosa que nosotros hemos logrado en las salas presenciales. Queremos volcar esa experiencia en el juego por Internet.
Sitios de juego online y casas de apuestas ya están trabajando, pero estamos necesitando que se establezcan y pasen al tema formal. Si quieren seguir trabajando en Perú van a tener que adecuarse a esta ley. El tema muy claro es que, ¿qué pasa cuando uno tiene juegos por Internet y no tiene un domicilio fiscal aquí en Perú? ¿Qué pasa con las apuestas que no son pagadas? ¿Dónde se reclama?
Queremos que haya seguridad para el público que está jugando de esta manera y que si ganó un premio y no se le está pagando hay una dirección en donde pueden ir y tocar la puerta para que le den su plata. Y si no se la dan, pueden venir al regulador y el regulador verá que se cumplan sus derechos y las obligaciones que se han adquirido con el Estado y con el público usuario.
De lo que usted plantea se deduce que el tema principal es que sin regulación esta situación se da al costado de las autoridades y no hay seguridad jurídica para nadie.
Es lo que está pasando en todos lados. En Argentina está pasando, en Chile, en Paraguay, y yo tengo un tema muy claro, uno no debe prohibir lo que no puede controlar. Yo no puedo prohibir los juegos por Internet cuando no tengo una manera clara de bloquearlos, tendría que meterme en todo un tema de telecomunicaciones. Creo que la mejor condición es regularlo, ya que en los países que se han regulado las cosas están mejor.
Muchas inversiones en materia de juegos y turismo se están afincando en el Perú, ¿Puede decirme de qué países vienen estos inversionistas y por qué cree usted que eligen desembarcar en su país?
Bueno, en salas presenciales registramos inversionistas de Estados Unidos, Chile, Colombia, Brasil y Ecuador. De Europa tenemos a Italia, España. Creo que la transparencia que se está demostrando a lo largo de todo este tiempo ha permitido ver que hay una predictibilidad con respecto a nuestras leyes. Hay un tema de transparencia y honorabilidad. El problema es que en el juego uno tiene que demostrar que es honorable porque es una actividad muy sensible, es parte de lo que nosotros tenemos que reflejar para que una actividad que a veces es mal vista por la sociedad, se demuestre que está bien llevada. Tenemos un sistema de prevención contra del lavado de activos, somos una de las pocas instituciones en el Perú que está inmersa totalmente en el sistema de prevención y de reporte de operaciones sospechosas.
Estas circunstancias son las que hacen la diferencia con los otros países de la región para atraer a los inversores...
Yo creo que sí. Hay algo que siempre repito, no hay nada más cobarde que un dólar, donde un dólar ve problemas se va. Donde el dólar ve que hay solvencia, hay respaldo. Si puede trabajar en libre competencia, el dólar viene.
¿El tema de las inversiones de Enjoy y su alianza con Decamenrón podría ser un ejemplo de esto último que dijo usted?
Mire, el hotel ya existe, es el hotel Punta Sal de Decameron, que es un lugar muy bueno, y lo que van a hacer es implementar dos salas de juego en ese hotel. Lógicamente, el tema es darle una alternativa de entretenimiento al turista que va allá y tener una sala de juego implementada. También hay dos empresas que están afincadas en las Vegas, de mucho renombre, que quieren invertir en el Perú y quieren abrir salas en hoteles de más de 250 habitaciones.
Yo creo que definitivamente lo que tenemos claro es que cuando uno autoriza una sala, estas autorizaciones se renuevan en las mismas condiciones de la original. Eso implica que hay una seguridad para el inversionista, para el estado y para el cliente que va a la sala. Otra cosa que nos ha servido mucho a nosotros ha sido la homologación de los equipos y de los sistemas que operan en el país. Sólo se han instalado equipos debidamente homologados y para homologar una tragamonedas o un sistema, se tiene que haber pasado por los laboratorios de certificación y han sido sometidos a todas las pruebas de acuerdo con los requisitos peruanos.
¿Cuál es la actitud de los operadores frente a los controles?
Siempre que usted trata de poner controles va a haber gente que está de acuerdo y gente que está en contra. Pero al final, las consecuencias que hemos tenido en los sistemas de control es que hasta los más reacios en aceptarlos se dieron cuenta de que es lo mejor para una competencia leal. Todos pagan el impuesto como tienen que pagar, todos cumplen con las obligaciones y se dan cuenta que es la única manera de tener reglas de juego claras. Si alguien se molesta porque nosotros queremos que las máquinas se interconecten con el Estado y saber en tiempo real cuánto dinero están generando, y si a esas máquinas se les cambia el sistema de juego, debe entender que esto se ha convertido en algo útil porque es un sistema de gestión para sus salas que les ha permitido mejorar sus niveles de ingresos.