El pasado verano cerraron cuatro casinos de juego, lo que derivó en la desaparición de 8.000 empleos. No es extraño que el gobernador Chistie haya situado a Atlantic City como foco de acción de su mandato.
La buena noticia es que los juegos online, que comenzaron a operar a finales de noviembre de 2013, han deparado a las arcas del Estado algo más de 12 millones de dólares.
Se espera que muchos desarrollos se lleven a cabo durante 2015, incluyendo: el resultado de los esfuerzos del estado para ayudar a la ciudad; la decisión de si PokerStars puede unirse al mercado de juego online de Nueva Jersey y una puja por un referéndum a nivel estatal para considerar si los casinos deben permitirse en todo el estado.