El Congreso del Estado aprobó tres nuevos gravámenes, dos de ellos relativos a casinos y jugadores. Se trata, por un lado, de un impuesto a erogaciones en juegos y casinos que deberán pagar los jugadores; este impuesto es del 10 por ciento; de forma práctica, se puede decir que la gente pagará 10 por ciento más de lo que invierta en jugar. Como ejemplo, si una persona apuesta 100 pesos (más de 7 dólares), al momento de pagarlos al casino pagará 10 pesos (más de 0,77 dólares) más.
Los casinos serán los encargados de recaudar este impuesto a sus jugadores, lo retendrán y mes con mes deberán rendir un informe y entregarlo al Gobierno del Estado. El impuesto empezará a cobrase en enero del 2014, aunque los casinos empezarán a entregarlo al Ejecutivo en marzo, según se estableció en el dictamen aprobado.
En cuanto al impuesto por servicios de supervisión, registro de máquinas de juego y apuestas, la Ley de Hacienda del Ejecutivo marca que cada máquina deberá pagar un impuesto equivalente a 396 salarios mínimos por año, que son alrededor de 24.000 pesos (más de 1.800 dólares). Se expone que cada máquina se marcará con un holograma y no podrá operar sin el mismo.
Se prevé un aporte promedio de 2,3 millones de pesos (más de 177 mil dólares) a la semana por los 12 casinos que hay en la Entidad.