Un grupo de fiscalizadores municipales realizó el primer control con la nueva normativa, lo que llevó a algunos locatarios del centro de la ciudad a cerrar sus negocios ante la presencia de los inspectores y así evitar ser controlados, como lo manifiesta Nelson Orellana, jefe de la unidad de fiscalizadores municipales.
Las autoridades aseguraron que estos locales seguirán funcionando, pero cumpliendo la nueva normativa. Se cree que esta iniciativa puede llevar a una disminución de los mismos, al no ser tan atractivo para los clientes habituales, que buscan premios en dinero.