De acuerdo a las precisiones brindadas, se trata de un barco de 100 metros de eslora, 17 metros de manga, ocho pisos, constituido por 52 habitaciones de categoría cinco estrellas, suite superior y suite junior, salón comedor, cuatro salas de juego, spa y piscina, cuatro salones de usos múltiples, cine, solarium, gimnasio y estacionamiento.
“Es un hotel casino solamente flotante, un buque transformado, no tiene propulsión propia, se sacaron los motores y la parte mecánica, pasó a ser una plataforma en forma de barco que pensamos que será una atracción para la región”, indicó Eduardo Torres, Presidente del IPLyC.
“Estará en el lote uno de las 600 hectáreas cerca del puente internacional. Solo el barco tiene un costo de 250 millones. Forma parte de lo que denominamos proyecto ‘Mini Las Vegas´, desde que nos enteramos que esta firma estaba interesada nos pusimos a trabajar y llegamos a un acuerdo para concesionar. Si todo marcha bien se podría comenzar a trabajar con el barco en seis meses, a pesar de lo que dicen algunos empresarios, hay que apostar a los emprendimientos”, agregó.
Por su parte, José Domingo, Gerente Comercial de Compañía General de Turismo y Servicios, indicó que el barco se encuentra en Puerto Madero y será trasladado a Posadas en remolque. Tendrá un embarcadero propio. El emprendimiento dará trabajo a entre 400 y 500 personas, y se suma a otro emprendimiento de similares características de la misma firma pero en tierra.
Duras críticas a los empresarios hoteleros de Iguazú
Por otra parte, Torres utilizó la ironía en la presentación del casino hotel flotante para criticar la actitud de los empresarios de Iguazú que se oponen a la llegada de más emprendimientos turísticos.
“Espero que algunos empresarios no se molesten con la inversión que estamos haciendo. Fue una sorpresa desagradable que una asociación se queje de las inversiones que se van a hacer en turismo, actitud tan cargada de egoísmo y que representa a la Argentina que queremos dejar atrás con empresarios que quieren tener ganancias solo ellos, sin importar los puestos de trabajo que generan. A estos tipos de empresarios, ni Misiones ni la Argentina los necesita. Es un desparpajo y un caradurismo difícil de entender”, expresó.