Según la Asociación de Casinos y Bingos (Ascabi), en el Puerto Principal hasta antes del decreto funcionaban siete establecimientos de juegos de azar considerados formales, los que daban empleo a unas 800 personas. Durante la madrugada del ayer cerró el Casino Sol, ubicado en un complejo de hoteles en el norte de la ciudad. A las 4 horas el local cerró en medio de la desazón de sus empleados. La mayoría de ellos dijo no tener otra alternativa de trabajo.
Después del cierre no hubo más movimiento de personal, sus puertas enrollables se mantuvieron cerradas. En el centro de la ciudad, el casino del Hotel Oro Verde cerrará hoy a la medianoche. “Así cumpliremos el plazo”, dijo Jaime Roura, vocero de Ascabi.
El gremio no sabe qué pasará con los empleados tras ser liquidados. “Cómo podemos ponernos de acuerdo cuando son 800 personas, si con 20 no se ha podido”, manifestó Roura. Otros negocios ubicados a lo largo de la avenida 9 de Octubre y en torno al Parque Centenario también dejaron de funcionar.
Algunos locales lucen hace semanas sin carteles, y otros fueron modificados para convertirlos en otros negocios, como el bingo ubicado en la avenida 9 de Octubre y Rumichaca, donde se ejecutan obras de construcción desde noviembre pasado.
Uno de los establecimientos más concurridos de la ciudad, el bingo Don Toribio, anunció a sus clientes su cierre para las 22 horas de ayer. Este local daba empleo a 63 personas, la mayoría con más de tres años de trabajo, según la administradora, Norma Procel.
El local lucía repleto. Los 400 clientes que solían ir entre semana, hasta la tarde de ayer llegaron a los 800. Como despedida, el negocio jugó todos los acumulados, alrededor de U$S 5.000.