Los casinos consultados aseguran que durante el primer semestre de 2009 se mantuvieron estos porcentajes de retorno en las tragamonedas -que en promedio representan el 90% de los ingresos- o incluso aumentaron en algunos casos, como Enjoy y Termas de Chillán.
El Superintendente de Casinos de Juego, Francisco Javier Leiva, explica que estos altos retornos se deben principalmente a que son una buena forma de atraer a los clientes a apostar, lo que provoca un aumento en el volumen jugado, lo que compensa el menor margen. "Mientras más aumente la base de lo jugado, más aumentan los ingresos de los casinos. Así, si el retorno es de 93%, el 7% restante se lo lleva el casino, pero de una base de ingresos mayor", sostuvo Leiva.
El director de tragamonedas de Enjoy, Khalil Cassis, dijo que "las tasas de retorno de nuestros casinos son mayores a las exigidas para otorgar una experiencia de juego más atractiva".
En Chile, el año pasado el monto total apostado en los ocho casinos nuevos en operación fue de U$S 264 millones y la cifra total de premios ganados por los jugadores fue de U$S 245 millones. Así, los ingresos brutos que percibieron los casinos por estos juegos sumaron U$S 19 millones.
Otra razón que provoca la elevación del porcentaje de retorno por sobre los mínimos establecidos se entiende porque son una forma de mantener y fidelizar a los jugadores, frente a la creciente oferta que presenta esta industria. "El único argumento de estas altas tasas es que los clientes salgan del casino lo más contentos posibles, ya que así regresan", cuenta Sergio Argomedo, director general de juegos de Termas de Chillán.
Además, la disputa por clientes puede ser otra explicación, pero sólo en casos excepcionales. "Debido a que es una industria de un monopolio geográficamente desconcentrado -cada casino tiene exclusividad en un radio de 70 kilómetros- rara vez están cerca uno de otros, por lo que los jugadores no se cambian de casino por sus tasas de retorno", asegura el superintendente de Casinos de Juego. Pero esto sí se da con casinos que están más próximos, como por ejemplo, entre Monticello y el de Viña del Mar.