l parlamentario consideró preocupante el aumento de la enfermedad del jugador empedernido y sus consecuencias sociales de desintegración familiar.
Cabe resaltar que durante el año 2007, los jugadores dejaron alrededor de U$S 840 millones de ingreso bruto en los casinos que operan en Panamá. Este dinero refleja un crecimiento de un 13,5% respecto a 2006.
Para Vázquez, es un problema social que los panameños estén gastando sus sueldos en los juegos de azar.