El presidente ya se posicionó de forma semejante durante la Operación Huracán, que también atrapó a una banda especializada en la explotación de juegos ilegales.
“Mientras no haya una definición, los bingos continuarán con una parte legal y otra clandestina. Va a ser la industria de los amparos”, dijo el presidente. Según Lula, la indefinición genera la desconfianza de que los operadores de juegos de azar lavan dinero. El presidente recordó que, orientado por informaciones de la Policía Federal, llegó a editar una medida provisoria prohibiendo la actividad, rechazada por el Congreso.
“Ahora, dicen que hay una diferencia. Una cosa es el bingo, al cual van las mujeres, las viejitas a jugar, y otra cosa son las máquinas en las que hay distorción”, comentó Lula. Ayer, en la India, Lula dijo que es necesario esperar el resultado de las investigaciones de la Policía Federal, pero resaltó que su hermano es inocente.
“Cuando esté el resultado, se sabrá quien es culpable, quien es inocente, lo que había detrás de todo eso”, declaró Lula. “Las personas aún no fueron escuchadas. Vamos a esperar”.
El hermano del presidente está implicado en la investigación de la Operación Jaque Mate por tráfico de influencias. La policía sospecha que haya favorecido a Moreli Hijo. Benedito Tolosa, abogado de Genival Inácio da Silva, dijo que las búsquedas de la policía resultaron en la aprehensión de papeles referentes a pedidos de empleo que su cliente recibe de populares por cuenta de la fama de ser hermano del presidente. Y defendió la acción de la Policía Federal.
“Fue bueno para Lula, que podría pasar por una situación más desagradable en caso de que su hermano no fuera el blanco de la investigación, y bueno para el hermano, que tendrá la oportunidad de probar su inocencia”, dijo el abogado.
Ayer fueron presos otros dos acusados, el empresario Nilton Cesar Servo (candidato derrotado a diputado federal pro el PSB de Mato Grosso do Sul, acusado como líder del grupo) y su hijo Victor Emanuel Servo.