Todos los clientes que pretendan acceder a las instalaciones de un bingo tendrán que exhibir en las recepciones de los locales un justificante de identidad, y podrá negársele su acceso si no facilitan dicha documentación.
La prohibición se ha hecho extensible a todos los salones recreativos y establecimientos de juego y apuestas que otorguen premios en metálico.