Sin embargo, Fourés alegó que es el Concejo Deliberante quien debiera primero consensuar y formular su posición. El Ejecutivo no va a plantear oposición ni adhesión al proyecto de ordenanza en tanto y en cuanto, primero no quede claro cuál es su posición al respecto. Señaló, además, que es la primera vez en cinco años que el presidente del Concejo Deliberante, Marcelo Cascón, interpela al Municipio para opinar sobre un proyecto que no esta maduro y no es definitivo. “Habrá que esperar y seguir trabajando juntos sobre una problemática tan compleja como polémica”, según sostuvo.
Lo cierto es que, independientemente de sus declaraciones, la reunión puso en evidencia cierto desacuerdo entre los concejales como también demostró que existen algunas aristas pendientes a considerar dentro de un proyecto que originariamente se abocó a la lucha de la adicción comúnmente llamada “ludopatía” y ahora parece reconsiderar, desde una perspectiva integral, el impacto social que los casinos producen en los sectores más vulnerables. La problemática reviste gran complejidad y es una preocupación de toda la ciudad, según advirtió el concejal Andrés Martínez Infante.
A los planteos de una mayoría, Cejas opuso que la restricción del horario no garantiza que el ingreso de los jugadores compulsivos sea efectivamente reducido. Por otra parte, de considerar la cuestión macro social en el marco de este proyecto de ordenanza, tiene que ser analizada bajo otro contexto. “No mezclemos esto con la ludopatía”, sostuvo.
En tanto, el presidente del Concejo, Marcelo Cascón y los concejales Andrés Martínez Infante, Guillermina Alaniz, Irma Haneck, y Silvina García Larraburu intentaron explicar a Cejas que el proyecto de ordenanza trasciende a la ludopatía. Contempla asimismo el impacto social que generan los casinos en la población y en resumidas cuentas, apunta a la prevención en su sentido más amplio. Donde Cejas encuentra diferencias analíticas, García Larraburu encuentra matices y en general, los ediles observan relaciones intrínsecas.
Por lo demás, Martínez Infante comentó que se están buscando soluciones consensuadas con las autoridades del casino y la provincia. Mientras tanto, sugirió la necesidad de suspender la habilitación de otras bocas. También se baraja la posibilidad de inhabilitar el casino de Onelli; cobrar una entrada; no permitir el ingreso de desocupados cuya fuente de ingresos sea un plan social; fijar una tasa a los casinos y destinarla a la Municipalidad en pos de prevenir todo tipo de adicciones.
“Nosotros como Concejo creemos que la municipalidad puede legislar sobre el tema”, expresó Martínez Infante. Por su parte, la presidente de la comisión de Gobierno y Legales, Guillermina Alaniz, solicitó a los concejales que, para la semana próxima, evalúen y redacten claramente las propuestas bosquejadas.