Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (ASAJA), señaló ayer que cualquier exceso de la oferta crearía una difícil situación, lo que ocasionaría una reducción de los ingresos de los actuales operadores. En Panamá operan 14 casinos completos y 9 salas de máquinas tragamonedas.
Alfaro manifestó que actualmente el mercado está saturado, por lo que debe haber un crecimiento tanto de la oferta hotelera como del turismo, a fin de remediar esta situación.
El titular de ASAJA comentó que urge la necesidad de actualizar el Decreto Ley Nº 2 de 10 de febrero de 1998, que regula la industria de juego y azar en Panamá, para que sea más cónsona con la realidad. Hasta noviembre de 2006, las apuestas en las salas de juego sumaron U$S 1,5 millones.