Las empresas de juego online enfrentan la mayor crisis de su historia debido a que el Congreso estadounidense aprobó en forma inesperada una ley que prohíbe el juego online en ese país, amenazando los puestos de trabajo del sector y provocando una caída de las acciones de alrededor del 70 por ciento.
Esta ley fue un duro golpe para empresas como la británica Party Gaming, dueña de Party Poker, y sus rivales Sportingbet y 888 Holdings, las cuales poseen gran parte de sus negocios en ese país. Las empresas dijeron hoy que suspenderán los negocios en los Estados Unidos por tiempo indeterminado, una vez que el Presidente George Bush firme el proyecto y se transforme en ley, lo cual sucederá seguramente dentro de las próximas dos semanas.
Las firmas también se verán afectadas en sus futuras ganancias. Sus acciones cayeron un 59 por ciento, mientras que Sportingbet bajó un 64 por ciento, 888 el 45 por ciento y el proveedor de software para juegos Playtech cayó un 55 por ciento.
PartyGaming genera cerca del 78 por ciento de sus ingresos en los Estados Unidos. La misma dijo en un comunicado: "Si el presidente convierte el proyecto en ley, la empresa suspenderá todos los negocios de juego con los residentes estadounidenses, y tal suspensión continuará indefinidamente. Sportingbet, en tanto, genera el 62 por ciento de sus ingresos en el país, y voceros de la firma dijeron estar "desilusionados" debido a la decisión del congreso de apoyar la ley, la cual tendrá un "impacto material” en la bolsa.
La Ley impide que cualquier persona en los Estados Unidos realice apuestas por Internet, incluso si los casinos están ubicados en el exterior, aunque eso no incluye a las carreras de caballos ni a las loterías estatales.
Las empresas de juego han estado bajo presión todo el año debido a la amenaza de la nueva ley, si bien muchos analistas pensaron que el congreso no tendría el tiempo suficiente como para aprobarla. Sin embargo, las medidas fueron aprobadas a último momento, el sábado pasado.
Esta ley es posterior a los arrestos del CEO de BetonSports, David Carruthers y el director de Sportingbet, Peter Dicks, en los Estados Unidos, bajo cargos de juego ilegal por Internet.