Sin grandes contratiempos ni discusiones acaloradas, los miembros de la Cámara Baja dieron curso al proyecto denominado "Timemania", el que si no surgen imprevistos será sancionado por Lula antes de las elecciones generales del 1º de octubre.
Hacía dos años y siete meses que los clubes brasileños presionaban por la aprobación desesperados por recibir fondos frescos, que les permitiesen paliar deudas con instituciones del Estado, incluida la seguridad social. "Esto trae beneficios para todos los clubes, gran avance y beneficio para todo el deporte", dijo Marcio Braga, el presidente del club más popular de Brasil, el Flamengo de Rio de Janeiro.
Los diputados aprobaron dos enmiendas al proyecto que recaudará recursos para saldar deudas de clubes de la primera, segunda y tercera división con entidades estatales y que se prevé recaude anualmente unos 500 millones de reales (casi 235 millones de dólares).
La Timemanía prevé que los clubes tendrían 15 años para pagar sus deudas con organismos como el Instituto de Seguridad Social (INSS). Los clubes podrán adherirse voluntariamente al programa; y entre otros requisitos deberán cumplir con pautas tales como publicar sus balances financieros y contratar con auditorias independientes.
Entre los puntos más importantes figura el que libera el camino para que los clubes se transformen en actividad empresarial, gozando del mismo régimen fiscal que instituciones que actúan como entidades asociativas.
Los clubes participantes se quedarían en principio con un 22 por ciento de la recaudación total de la lotería, la cual será organizada por la entidad pública Caixa Económica Federal, aunque el gobierno tendrá aún que establecer la normativa. La iniciativa ya había registrado en febrero la aprobación en el Plenario del Senado, pero tuvo que volver a la Cámara Baja debido a las nueve enmiendas dispuestas.