Por todo ello, las principales comunidades -especialmente Madrid- están intentando regular este mercado, que mueve mucho dinero y todavía más intereses. Tanto las casas de apuestas online como los principales operadores de juego tradicionales están siguiendo con detenimiento el reglamento de la Comunidad de Madrid, que ahora mismo está en proceso de redacción.
Codere no es una excepción. De hecho, la familia Martínez Sampedro nombró el año pasado a Rafael Catalá como secretario del Consejo con un cometido muy concreto: hacer de lobby en la redacción del reglamento de la CAM. Catalá fue secretario de Estado de Justicia con el PP en los tiempos de Michavila y mantiene buenas relaciones con el Partido Popular de Madrid y con el Gobierno de Esperanza Aguirre.
“Rafael Catalá viene como secretario general para abordar múltiples áreas: cumplimiento, gobierno corporativo, análisis de nuevas regulaciones... Él no viene para apuestas deportivas, pero sí es cierto que tiene determinadas relaciones que pueden servirnos”, señalan fuentes oficiales de Codere.
Sin embargo, personas próximas a las negociaciones del citado reglamento, “el más importante de todos los que se van a aprobar en España”, confirman las mediaciones de Catalá y aseguran que el último borrador de la consejería de Hacienda está elaborado ad hoc para las grandes compañías.
Aunque al principio negaban la mayor, la llegada a España de numerosas casas de apuestas extranjeras está obligando a los operadores tradicionales de juego (caso de Cirsa, Recreativos Franco o los Martínez Sanpedro) a reinventarse y plantearse la posibilidad de montar su propia casa de apuestas. Según fuentes del sector, Codere habría cerrado ya un pacto con William Hill, una de las empresas más fuertes del mundo en este nicho de mercado, para operar en España.
“Estamos interesados en entrar en el sector de las apuestas, pero hasta que no sea legal, no haremos nada. Ahora se está regulando en distintas CCAA y estamos esperando”, dicen en Codere. “Los ingleses son los número uno y estamos en contacto con varias casas inglesas. William Hill es una de ellas”, sentencian.
Hace tres meses, Jesús y Joaquín Franco decidieron vender su participación en Codere por algo más de 306 millones de euros. De esta manera, los hermanos Franco se desvinculaban totalmente del Codere, justo antes de la salida a Bolsa de esta compañía.
Codere alcanzó un beneficio neto de 7,5 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a las pérdidas de 1,1 millones del mismo período del ejercicio anterior, con lo que la compañía de juegos abandona los números rojos. Codere, dedicada al juego privado en Europa y Latinoamérica, gestionaba al 31 de marzo, más de 40.200 máquinas recreativas, con 96 salas de bingo, 42 salas de apuestas deportivas, dos hipódromos y seis casinos en España, Italia, Argentina, México, Colombia, Perú, Panamá y Uruguay.