La nueva legislación prohibiría tomar o enviar dinero de apuestas si fueron realizadas por personas que viven en lugares en los que son consideradas ilegales según las legislaciones estatales y federales. Esto afectaría fuertemente a la industria de las apuestas online, ya que al hacer ilegal el pago a personas que viven donde las leyes federales o estatales prohíben las apuestas, esta medida impactaría directamente sobre el juego offshore (sitios basados fuera de los Estados Unidos, en los que los norteamericanos participan asiduamente).
La legislación aplica algunas excepciones, incluyendo las apuestas en carreras de caballos, reguladas bajo otras legislaciones americanas, y los deportes de fantasía.
La liga de Deportes Profesionales apoyaron la legislación, mientras que un grupo denominado “The Poker Players Alliance” (Alianza de Jugadores de Póquer) se opuseron a la misma, señalando: "No es inteligente oponerse a las apuestas por Internet y después escribir una regulación que permite ciertas apuestas online de manera legal", dijo Michael Bolcerek, presidente de este grupo.