Betandwin, la casa de apuestas austriaca, anunció en un comunicado oficial que retiró su oferta hace días. Tras casi un año y medio de negociaciones y de que el propio club, en boca de su portavoz Xavier Cambra, asegurara hace apenas cuatro días que la propuesta seguía en pie, la empresa envió una nota oficial en la que informaba que “la oferta caducó y se trasladará ahora la inversión prevista a otros clubes de primera línea del fútbol internacional”.
El “Barça”, por su parte, envió otro comunicado en el que confirmaba el adiós de Betandwin y matizaba que “las dos partes siempre se han mantenido hasta hoy abiertas a seguir negociando posibles formas de colaboración”.
De hecho, las relaciones entre el club y Betandwin siguen siendo excelentes, de modo que la firma seguirá publicitándose en los micrófonos de la sala de prensa del Camp Nou y en la web del club a cambio de 1,5 millones de euros (1,8 millones de dólares) por temporada.
Un largo idilio Hay que remontarse a octubre de 2004 para recordar la primera vez que se filtró la oferta de Betandwin. La directiva se reunió para analizarla a inicios de noviembre y confirmó unas cifras por temporada de 14 millones de euros más tres por incentivos con validez para tres años.
Cabe recordar que el presidente Laporta se posicionó entonces a favor de mantener limpia la camiseta si la economía lo permitía, mientras que el vicepresidente económico Ferran Soriano admitía que era la mejor oferta que se barajaba entonces.
El propio Soriano presentaba a mediados del ejercicio 2004-05 los números del club y aludía a la propuesta de Betandwin, aunque empezaron a alzarse ya las primeras voces por parte de seguidores y algunos miembros de la junta contrarias al ’sí’ a la casa de apuestas.
Durante la asamblea de compromisarios del pasado agosto, Laporta aseguró que sólo habría publicidad en la camiseta si el Barcelona se convertía en el club mejor pagado del mundo por este concepto.
Cuando el debate sobre Betandwin parecía olvidado, en enero volvió a reactivarse, avivado además por los ex-candidatos a la presidencia Josep Maria Minguella y Jordi Majó, que amenazaban con una moción de censura. Finalmente, ayer se zanjó este largo capítulo.