n la nueva reglamentación destaca el incremento del dinero para premios, a los que se dedicarán el 78% de la recaudación, así como la posibilidad de realizar las apuestas fuera del hipódromo y hasta el momento anterior al inicio de la carrera, gracias a los avances tecnológicos, y la apreciación de hasta dos décimas en el reparto de los premios, circunstancia que se hacía necesaria tras la adopción del euro.
El sistema de reparto establecido garantiza que el acertante cobrará siempre un importe superior a la apuesta realizada, por lo que obtendrá un beneficio que dependerá de la cantidad de apuestas hechas, del número de acertantes y de si se trata de apuesta simple, sencilla o combinada. En el caso de no haber acertantes en una carrera, el fondo destinado a premios se trasladará a una carrera posterior en la misma o en otra reunión de carreras.