a decisión de cotizar en bolsa este año ya estaba tomada por el presidente y consejero delegado, José Luis Martínez Sanpedro, desde el pasado año, cuando inició los contactos con los bancos de inversión para proponerles varias operaciones de mercado para dar un vuelto a su estructura financiera y accionaria. Así, Codere contrató a Credit Suisse First Boston (CSFB) para refinanciar la deuda y preparar el grupo para salir a bolsa.
Posteriormente se sumó Morgan Stanley, entidad que colaboró en la emisión de bonos por unos 350 millones de euros, realizada en junio. Además de este trabajo, en la contratación del banco estadounidense ponderó que es la entidad financiera que más salidas a bolsa ha hecho en los últimos años en España. No obstante, no serán las únicas entidades financieras que participarán en la operación. Tanto Credit Suisse First Boston como Morgan Stanley están negociando con otros bancos la formación de un sindicato bancario para colocar las acciones. Fuentes del sector indican que BBVA será uno de los colocadores de la operación, que podría oscilar entre el 35% y el 45% del capital.
Aunque todavía faltan muchos elementos de la transacción por determinar, lo que sí se sabe es que consistirá en la venta de acciones viejas a través de una Oferta Pública de Venta (OPV) y en la emisión de acciones nuevas mediante una Oferta Pública de Suscripción (OPS). A falta de valoraciones más aproximadas al momento de la operación, el valor de la compañía podría rondar los 600 millones de euros, por lo que el importe de la colocación rondaría los 240 millones.
Otro de los aspectos por concretar es a quién irá dirigida la oferta. Fuentes financieras apuntan que la intención de los dos bancos coordinadores es hacer una colocación principalmente destinada a inversores institucionales, debido a que es un colectivo que entiende mejor este tipo de compañías y que suele no vender las acciones el primer día de cotización en el caso de que se revaloricen de forma significativa. No obstante, reconocen que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suele sugerir que todas las emisiones de acciones nuevas tengan un tramo minorista para hacer la transacción más abierta al inversor particular.