La Generalitat valenciana ha convocado a un concurso para autorizar la apertura de un casino en la ciudad de Castellón, que pretende convertirse en un nuevo atractivo turístico para la provincia. Las principales condiciones impuestas por el gobierno valenciano es que la sociedad que explote el recinto de juego cuente con un capital social mínimo de seis millones de euros y que ninguno de sus socios participe en alguno de los otros casinos que operan en la Comunidad o tenga cargos directivos en ellos.
En la práctica, esta medida supone excluir del concurso a dos de los grupos más interesados por hacerse con el establecimiento, que son el Grupo Cirsa, que en 1999 adquirió el casino Monte Picayo en Puzol (Valencia) y su hotel por 24 millones de euros, y el grupo valenciano Acrismatic, titular del casino de Villajoyosa (Alicante).
De esta forma, la Generalitat pretende introducir un tercer operador que podría ser una firma con experiencia en el sector, como el grupo murciano Orenes que ya poseen locales en Murcia, Extremadura y Canaria o promotoras inmobiliarias y turísticas locales, como el grupo Marina D'Or.