La Caja Popular de Ahorros aguarda la resolución de un litigio judicial en torno de las obras que encarará la empresa Casino Club para la instalación de 1.000 máquinas tragamonedas en el Hipódromo de Tucumán. Una vez resuelto este conflicto, la institución estará en condiciones de fijar el canon que la firma pagará a la provincia por las máquinas.
El interventor de la Caja Popular, Osvaldo Jaldo, reiteró que hasta tanto no estén autorizadas las obras para la construcción del centro de entretenimientos, la entidad no discutirá si la compañía pagará un canon fijo o un porcentual por las maquinitas. “Es un tema pendiente de resolución”, reconoció Jaldo.
Casino Club y la provincia de Tucumán pretendían iniciar los trabajos de construcción entre febrero y marzo, pero la acción de amparo que interpuso un grupo de ecologistas retrasó el proyecto.
La demanda fue interpuesta por la Federación de Organizaciones Ambientalistas No Gubernamentales de Tucumán ante la sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo.