El Gobierno y la SEPI “tienen un gran interés en la puesta en marcha del Hipódromo de la Zarzuela, y se están llevando a cabo los proyectos de rehabilitación y las obras de acondicionamiento y conservación, a fin de que la apertura se produzca lo antes posible”, expresó el diputado Teófilo de Luis, al rechazar el comentario sobre posibles problemas financieros para el inicio de las obras del Hipódromo de la Zarzuela.
“La sociedad estatal no tiene problemas de tipo financiero y si los tuviera, se solventarían de inmediato”, según el Gobierno, por lo que “los retrasos no pueden ser achacables a razones vinculadas a la financiación”, sostuvo el legislador.
El Consejo de Administración de Patrimonio Nacional suscribió el 30 de septiembre de 2003 un contrato de cesión del hipódromo con la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A., en el que se recogen entre otras cosas el apoyo a la candidatura de “Madrid 2012” y la explotación del recinto para la organización y celebración de carreras de caballos y eventos hípicos deportivos como principal actividad de la explotación. Además, el concesionario se compromete a realizar inversiones, como mínimo, por importe de 18 millones de euros en un plazo de 36 meses desde la firma del contrato.
Desde 1980 hay abierto un expediente de Bien de Interés Cultural sobre el hipódromo “sin que, hasta la fecha, se haya efectuado la declaración definitiva debido a la problemática de diversa índole por la que ha atravesado la institución a lo largo de todos estos años, aunque la protección es similar a la de un BIC ya declarado”, añade el Gobierno en su respuesta.
Por ello, “las obras necesitan un informe favorable previo de las instituciones que velan por la conservación del patrimonio histórico, habiéndose celebrado reuniones entre Hipódromo de la Zarzuela S.A. y tales instituciones para establecer las líneas de actuación que compatibilicen las exigencias de un hipódromo de nuestro tiempo con el respeto a dicho patrimonio”, agregó.