Aún si el precio de los casinos fuera menor, meterse en el negocio en Alemania en estos momentos puede ser arriesgado. El años pasado la industria de us$ 1.300 millones (compuesta de 80 casinos, más de la mitad de ellos estatales) registró un descenso, pequeño pero significativo.
";Sólo fue un 2 por ciento";, dice Klaus Gülker, Director General del Wiesbaden Casino de Hessen y co-presidente de la asociación de casinos alemana. ";Pero es la primera vez en un largo tiempo que el sector ha bajado";, agrega.
Los casinos alemanes, muchos de los cuales están situados en prósperos pueblos-spa, tienen un orgulloso linaje que se remonta al siglo 18. Pero este reciente descenso marca que los casinos del país están desconectados de la realidad de la industria a nivel mundial, que no para de crecer.
Una de las razones para esta baja es obvia: la ralentización de la economía y el descenso de la prosperidad personal. ";Cuando la gente no tiene dinero para ahorrar, tampoco tiene dinero para jugar";, dice Gülker. Alemania, sin embargo, poco ha hecho para ayudarse.
Los impuestos a las ganancias de casinos son de los más altos del mundo, hasta el 90% en los casinos más grandes. Gülker se encuentra ahora desesperadamente buscando apoyo de otros grupos de casinos para lanzar una iniciativa online, pero no ha tenido mucho éxito hasta ahora. No sólo tiene mucha oposición del sindicato de trabajadores de casinos, Verdi, que teme que la automatización reduzca el número de empleos, si no también de los propios dueños de casinos.