egún la Organización Mundial de Comercio, las restricciones impuestas por la ley norteamericana los juegos de azar en Internet lesionaban los acuerdos comerciales internacionales, perjudicando las operaciones de empresas en ese sector.
El pronunciamiento de la OMC se ha producido en el marco de un reclamo elevado por Antigua y Barbuda, un archipiélago caribeño que genera la sexta parte de sus ingresos fiscales anuales a través del juego de azar que generan las empresas de Internet, residentes en su territorio.