urante el año pasado, los Bingos de la Provincia de Buenos Aires tuvieron un movimiento de 720 millones de pesos, lo que representa un 40% de crecimiento en relación al 2002.
Las razones que exponen los especialistas para esta recuperación son variadas: desde el ingreso de 3.4 millones de turistas extranjeros que ingresaron al país durante el pasado año hasta el cambio de humor de los apostadores locales, sin olvidar el fuerte incremento en el número de máquinas tragamonedas que las salas ofrecen hoy en día.
"Hasta la ley que sacó el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, el 14 de junio del 2002, sólo se permitían 30 máquinas por bingo. Ahora, el número es ilimitado y ya tenemos 7 mil máquinas en los 32 municipios donde hay salas" explica José Cavalieri, de la Cámara Argentina de Salas de Bingo y Anexos.
Las tragamonedas fueron un importante aporte para la reactivación de este sector. "El bingo es un entretenimiento que demanda mucho tiempo para jugarlo, y hoy en día es poca la gente que tiene cinco horas para quedarse en una sala" explica Cavalieri. Sin embargo, el Estado permitió en 1998 unir el negocio del bingo con la operación de slots, y hoy las tragamonedas reportan el 95% de la facturación a las salas.