La Asociación Colombiana de Operadores de Juego (Asojuegos) concluyó la décima edición de su Congreso LAFT América, un espacio académico y empresarial enfocado en la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo de la región, que en este 2025 contó con la participación de más de 300 asistentes entre autoridades, gremios, banca, expertos internacionales y empresas.
Para Asojuegos, el balance del evento fue positivo, pues dejó un sector fortalecido, unido y transparente.
Con ocasión de los primeros diez años del Congreso, Yogonet entrevistó en exclusiva a Juan Carlos Restrepo, presidente de la asociación, quien detalló los principales aprendizajes a lo largo de esta primera década, la evolución del encuentro año a año y lo que viene para el Congreso después de esta reciente edición.
Se cumplen 10 años del Congreso LAFT AMÉRICA, un evento que se ha considerado como un referente en la lucha contra el lavado de activos. ¿Cuáles son los principales aprendizajes de esta década?
Sin duda, el mayor aprendizaje es que la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo solo puede construirse sobre la base de la cooperación y la transparencia.
En estos diez años entendimos que un gremio puede transformar la percepción de toda una industria si asume con rigor la cultura del cumplimiento. Hoy el sector de juegos de suerte y azar en Colombia pasó de ser visto con desconfianza a ser reconocido por autoridades nacionales e internacionales como un aliado estratégico en la lucha contra los delitos financieros. Eso ha sido posible gracias a la formación continua, la certificación internacional, el trabajo con entidades como la UIAF, la Superfinanciera, Supersociedades y aliados internacionales como FIBA.

Congreso LAFT América 2025
¿Cómo ha sido el crecimiento desde el primer Congreso hasta hoy en términos de asistencia, expositores y empresas latinoamericanas vinculadas?
El crecimiento ha sido exponencial. En 2016 empezamos con un evento nacional, con poco más de un centenar de participantes y un grupo reducido de conferencistas. Hoy, en la décima edición, reunimos a más de 300 asistentes presenciales, hemos contado en total con más de 215 conferencistas en esta década y hemos capacitado a más de 7.200 personas.
Lo más importante es que se ha convertido en un punto de encuentro regional: cada vez más empresas y gremios se vinculan, entendiendo que el lavado de activos es un riesgo global que requiere respuestas conjuntas.
¿Cuál cree que es el impacto del Congreso en Colombia y Latinoamérica?
El impacto es evidente en varios frentes. En Colombia, LAFT AMÉRICA ha contribuido a que nuestro sector sea visto como transparente, regulado y comprometido con la legalidad.
Esto se refleja en reconocimientos como el del Departamento del Tesoro de EE.UU., que pasó de considerar a la industria con recelo a reconocerla como un sector transparente y corresponsable.
Para Latinoamérica, el Congreso ha sido una vitrina académica y técnica que fomenta la adopción de mejores prácticas y que invita a los países de la región a fortalecer sus sistemas de prevención. Hoy no hablamos de un congreso gremial, sino de un espacio de referencia continental que articula Estado, empresas y comunidad internacional.
Congreso LAFT América
¿Qué perspectivas vienen para LAFT AMÉRICA después de 2025?
Después de esta primera década, nuestra meta es consolidar a LAFT AMÉRICA como el epicentro latinoamericano en la discusión de prevención del LA/FT. Queremos ampliar la participación de más países, fortalecer el componente académico con nuevas certificaciones, incorporar tecnologías como la analítica de datos y la inteligencia artificial en la detección de riesgos y seguir articulando alianzas público-privadas.
Pero, sobre todo, queremos mantener vivo el mensaje con el que nacimos: en esta industria y en esta región no hay espacio para la ilegalidad.