El Parlamento vasco debatió acerca del juego problemático y analizó el pedido del grupo Sumar, que también apoyan los espacios EH Bildu y PP vasco, de modificar la Ley del Juego de Euskadi de 1991 con el objetivo de "prevenir las adicciones juveniles".
Esta demanda había surgido ante un reciente reporte del Observatorio Vasco del Juego, que alertaba de que unas 28.000 personas en esta comunidad autónoma sufren algún grado de trastorno del juego, de las cuales 2.000 están en una situación grave.
Sin embargo, la propuesta de Sumar fue rechazada y sí avanzó la iniciativa de PNV y PSE-EE, que incluye "seguir impulsando medidas de control y planificación del juego" especialmente para proteger a las personas vulnerables", informó el periódico local Crónica Vasca.
Desde esta agrupación, el parlamentario Jon Hernández, advirtió que la situación del sector es "preocupante" y que se trata de "un mero negocio muy lucrativo que se fundamenta en la ruina social, económica y psicológica".
"Las casas de apuestas se concentran en barrios obreros y son estos barrios los que sufren el impacto social más grave", afirmó.
En cuanto a la modificación de la actual ley, apuntó a "reforzar las políticas contra el juego" y enumeró algunas medidas planteadas: limitar la publicidad y las ofertas a jugadores, establecer un usuario y contraseña para acceder a los dispositivos de juego o prohibir las subvenciones con dinero público de eventos patrocinados por empresas de apuestas.
"Euskadi no se puede quedar en lo que se está haciendo, necesitamos más", pidió Hernández.
A pesar del rechazo de esta propuesta, el Parlamento sacó adelante la enmienda a la totalidad presentada por PNV y PSE-EE con la abstención del PP y el voto en contra del resto. Con esto, el Gobierno vasco se compromete a continuar con la implementación de medidas de control y planificación del juego, especialmente para proteger a las personas vulnerables.
Uno de los puntos principales de la enmienda es la prohibición de la apertura de nuevos establecimientos, "al menos hasta que el número no baje del límite máximo establecido".
"La perspectiva de clase se queda corta a la hora de abordar este asunto. Pensar que esto solo afecta a barrios trabajadores es un error", comentó Xabier Barandiaran del PNV y reconoció que el Gobierno vasco está haciendo “un trabajo importante en contra de la ludopatía y también un control de las empresas que se dedican a este negocio".