Rodrigo Pacheco trabaría su tratamiento

Se aleja la posibilidad de tratar este año en el Senado la legalización de los juegos de azar en Brasil

Rodrigo Pacheco, presidente del Senado, Brasil.
25-04-2022
Tiempo de lectura 3:15 min

A dos meses de que la Cámara de Diputados enviase al Senado el PL 442/91, que legaliza los juegos de azar en Brasil, no se han registrado movimientos para su discusión en esta instancia.

La novedad es que los principales medios de comunicación del país, como lo son Globo y Estadão, publicaron en diferentes ediciones la misma información: a la resistencia de la bancada evangélica se suma la del propio Presidente de la Cámara Alta, el senador Rodrigo Pacheco, quien no tiene ninguna simpatía por el tema y habría decidido paralizar el asunto, que no sería discutido en 2022.

Para Globo y Estadão, Pacheco paralizará la legalización en el Senado. En su blog en Globo, el periodista Lauro Jardim dice: "El partido de centro derecha, con Arthur Lira a la cabeza, logró aprobar la legalización del juego (en Diputados). Pero en el Senado, el proyecto se paralizará por decisión de Rodrigo Pacheco". Y sus colegas de Estadão, Mariana Carneiro, Camila Turtelli, Matheus Lara y Gustavo Côrtes, confirman el viernes que "aprobado en la Cámara, el proyecto que legaliza el juego sería enterrado en el Senado". Según dicen, "a pesar de la presión de los defensores de la legalización del juego en Brasil, el proyecto de ley aprobado en la Cámara se dirige a ser enterrado en el Senado. Además de la resistencia de la bancada evangélica, el presidente de la Cámara, Rodrigo Pacheco, no tiene ninguna simpatía por el tema, según comentarios de sus aliados".

Con esto, se sabe que el proyecto para liberalizar los juegos de azar en Brasil, recientemente aprobado por la Cámara de Diputados, no ofrecerá una rápida aprobación en el Congreso. Parlamentarios de diferentes partidos han adoptado un discurso prudente sobre el tema, y el propio Pacheco declaró que "la propuesta seguirá los procedimientos normales de la Cámara, siempre guiados por una amplia discusión, como lo fue en Diputados". Las únicas noticias oficiales que llegaron estos días desde el Senado no fueron favorables al avance del proyecto, ya que la propia Cámara aprobó la creación del Frente Parlamentario Contra el Juego. Según el texto aprobado, el objetivo del Frente es "promover debates y adoptar iniciativas que desalienten el juego, y combatan sus consecuencias perjudiciales para la sociedad".

Se suma que la propuesta en el Senado no divide las opiniones de la forma clásica de "oposición contra Gobierno". Los partidarios del presidente Jair Bolsonaro no tienen consenso para defender el tema, así como los críticos del Gobierno tampoco se cierran al respecto. Por ello, los parlamentarios afirman que el tema "necesita más discusión", a pesar de que el proyecto original fue presentado en el Congreso en 1991.

Este es el planteamiento del líder del PSD en el Senado, Nelsinho Trad: "El tema requiere un debate amplio y profundo, y nos dedicaremos a estudiar el proyecto en el seno del PSD", dijo. El planteamiento de "procedimientos normales" y "discusión más amplia", citado por Pacheco y reforzado por Trad, indica que el proyecto irá en el Senado a la línea habitual de propuestas en consideración; es decir, no recibirá un tratamiento especial, como una votación directa en el pleno. El orden del día del Senado lo define directamente su Presidente, que lo establece tras consultar a los líderes de los partidos. Cuando un tema no encuentra consenso, la costumbre en el Congreso es hacerlo esperar, evitando incluso su rechazo. Esto podría dilatar meses y años su aprobación.

Un ejemplo de esta postura se vio cuando el Senado paralizó la aprobación de un proyecto de ley que permitía la compra de vacunas contra el COVID-19 por parte de empresas privadas. La iniciativa movilizó el debate público a principios del año pasado, dividiendo a los sectores que defendían la compra, al entender que la acción liberaría la red de salud pública, y a los sectores contrarios que veían en la propuesta la creación de una cola de vacunación privilegiada.

Después de que el proyecto fuera aprobado por la Cámara, no avanzó debidamente en el Senado, y no se ha tramitado desde agosto a la fecha.

Por todo ello, un contexto de dudas rodea al proyecto de ley sobre el juego, y hace que los senadores consideren improbable la conclusión de la tramitación en 2022. "Lo encuentro muy difícil. Y creo que si se vota este año, todos perderán. Esta cuestión merece más debate", dijo el senador Paulo Paim.

El parlamentario, opositor al gobierno de Bolsonaro, dijo que la bancada del PT aún no ha deliberado sobre el asunto.

En la sesión de la Cámara de Diputados sobre el tema, todos los representantes del PT votaron en contra del proyecto, excepto Paulo Pimenta, quien se abstuvo.

Cabe destacar que los líderes religiosos fueron una de las principales fuerzas de resistencia al proyecto en la Cámara, ya que entienden que la liberación del juego puede incrementar problemas sociales, y que un eventual aumento de la recaudación de impuestos y la creación de puestos de trabajo no compensarían los efectos negativos.

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