El lunes, el Gobierno publicó su respuesta a una consulta sobre propuestas para aumentar los derechos de licencia que le pagan los operadores del juego a la Comisión de Juegos de Azar.
Según el DCMS, el aumento de los derechos de licencia —revisados por última vez en 2017— anunciado esta semana "ayudará a la Comisión de Juegos de Azar a responder a los nuevos riesgos y desarrollos tecnológicos, así como al costo creciente de su regulación actual".
La estructura revisada de los derechos de licencia también ayudará a abordar áreas de mejora que fueron identificadas por la Oficina de Auditoría Nacional y el Comité de Contadores Públicos, como la mejora en el uso de datos e inteligencia, y a garantizar la efectiva regulación de la industria del juego.
Los cambios incluyen un aumento del 55% en las bandas de los derechos de las licencias operativas anuales para operadores en línea a partir del 1 de octubre de 2021. Las bandas de los derechos de licencia de los operadores físicos aumentarán un 15% a partir del 6 de abril de 2022, debido al impacto que los cierres motivados por el covid-19 han tenido en estos comercios.
El aumento le dará a la Comisión de Juegos de Azar mayores recursos para afrontar los nuevos desafíos, como la innovación en productos y pagos. "Esta nueva estructura le permitirá a la Comisión de Juegos de Azar estar mejor preparada para lidiar con el contexto complejo de la industria del juego, de naturaleza cada vez más global. El ente regulador también estará en mejores condiciones de abordar los riesgos asociados a los operadores sin licencia y a la necesidad de proteger a los consumidores y a la industria de la invasión del 'mercado negro'", señaló el Gobierno.
Además de los aumentos en las bandas de los derechos de las licencias operativas anuales, todas las tasas de inscripción aumentarán un 60% y se eliminarán los descuentos en las licencias de actividades múltiples.
En la actual revisión de la Ley del juego de 2005, se están teniendo en cuenta las facultades y los recursos de la Comisión con el fin de garantizar que el marco regulatorio del juego sea acorde a la era digital.