Zlatan Ibrahimovic, el fenómeno futbolístico sueco de casi 40 años, podría verse forzado al retiro, tras que se expusiera un mail donde el CEO de Bethard, Erik Skarp, reconoce que el deportista es propietario del 10% de las acciones a través de la firma Unknown AB, la cual posee el goleador.
La FIFA y la UEFA tienen estrictos reglamentos que impiden las asociaciones de todo tipo con casas de apuestas deportivas, y tras la confirmación del ejecutivo que sacó a la luz el medio sueco Aftonbladet, podría ser el fin de la carrera de Ibrahimovic, que se enfrentaría a una suspensión de hasta tres años y una multa de por lo menos US$ 100 mil.
"Elijo no especular sobre posibles sanciones, pero seguiré investigando para que haya claridad en las regulaciones de la FIFA, ya que hay mucha ambigüedad en cómo debe interpretarse", aseguró a Aftonbladet el secretario general de la Asociación Sueca de Fútbol (SvFF), Hakan Sjostrand.
Existe una contradicción desde el punto de vista de la integridad deportiva, ya que Bethard generó apuestas en encuentros de la selección sueca en los partidos de marzo contra Georgia y Kosovo por las Eliminatorias para el Mundial Qatar 2022, en los cuales Zlatan participó. Además, entre las ofertas de la compañía también se encuentran la Serie A italiana, donde milita el goleador.
Lo más llamativo es que esta realidad ya se conocía desde 2018, cuando el delantero pasó a ser el embajador de la marca. En aquel momento contó que siempre se le habían acercado empresas del rubro y él siempre se había negado, y explicó por qué en esta caso la situación era diferente: "Es una compañía con raices suecas, los fundadores son de mi pueblo natal y quieren hacer las cosas de una forma distinta".
Bethard tiene sede en malta, su último balance público fue en 2019 y en él declaró ganancias por US$ 35.5 millones. Entre las filtraciones también se difundió que Ibrahimovic es su cuarto accionista más importante.
La integridad deportiva es una de las bases fundamentales del mercado de las apuestas, aunque también es un hecho que existen métodos basados en software especializados en la detección de fraudes, como los que ofrece Sportradar, que fueron adquiridos hace poco por la SvFF para lo que queda del año. Estos mecanismos complejos podrían permitir en un futuro que los reglamentos de las federaciones deportivas sean más laxos respecto al involucramiento de las figuras en el mundo del betting, ya que el ojo robótico detectará cualquier tipo de acción ilegal y los amaños de competencias serán prácticamente imposibles.