La empresa, que tiene una fuerte inserción en varias provincias argentinas, desembarcó en Río Negro en noviembre, al obtener la concesión de los casinos de la zona cordillerana por 20 años, que incluyó la absorción de todo el personal. Pero la pandemia frenó su debut hasta comienzos de diciembre, cuando habilitó su sala de El Bolsón, y ayer sumó la operatoria en el anexo de Bariloche. Para la sala principal de la ciudad andina, deberán esperar hasta el próximo mes, por tareas de remodelación.
Entre las novedades se supo que las autoridades de Casino Club renovaron un parque de más de 150 slots y agregaron puestos de juego desarrollados por Interblock, empresa que establece estaciones para acceder a los tradicionales juegos de paño como ruleta, Black Jack y dados.
En el anexo de Onelli, que ya luce el cambio de imagen y marca, se instalaron unas 30 estaciones de Interblock en el primer piso, donde antes estaban las mesas y ruletas, y se incorporaron alrededor de 155 máquinas tragamonedas, mayoritariamente nuevas.
Desde la concesionaria indicaron que no se utilizaron las máquinas que dejó la empresa anterior, que fueron reservadas en un depósito, ante la discusión legal vigente entre Entretenimiento Patagonia S.A. y Lotería de Río Negro. Por eso, tanto en El Bolsón como en Onelli, se instalaron máquinas propias de Casino Club, nuevas y traídas de otras salas que explota en el país.
Para esta reapertura con protocolo se dispuso un aforo limitado del 50% de la capacidad, y en el ingreso a la sala se controla la temperatura de los clientes y no se permite el acceso a quienes registren más de 37,5°.
Una vez en el interior, el personal acompaña al jugador a la máquina que elija y no se puede mover de estación de juego sin previo aviso, momento en el que un empleado lo acompaña y realiza la sanitización del nuevo espacio elegido.
Si bien todas las máquinas están habilitadas, se exige utilizar estación de por medio para que se respete la distancia social. En paralelo, la confitería se habilitó con un servicio básico.
Para la sede central de la calle San Martín, la más turística de las dos salas de Bariloche, la concesionaria inició una serie de remodelaciones internas y el cambio del equipamiento, que duplica al anexo de Onelli. En este espacio no se instalarán estaciones de Interblock, sino que se habilitarán los juegos de paño con protocolos. Se prevé la apertura en enero.