La Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) informó que al pasado viernes, once casinos ya funcionaban en comunas en fase 3 y 4, y que Enjoy Antofagasta fue el último en sumarse a la avalancha de reaperturas tras en confinamiento.
La mayoría de las salas de casino ofrecen un tercio de actividad de su personal. El presidente de Marina del Sol, Nicolás Imschenetzky, indicó que en su único casino operativo en Calama, la afluencia “fue sobre lo esperado, al alcanzar 320 visitas el primer día, lo que fue similar en los días siguientes. Tenemos 130 máquinas operativas”. En cuanto a fuerza laboral, de la dotación de 160 trabajadores, 49 ya están activos y se llegará a 54 con la apertura del restaurante, esta semana.
Enjoy, por su parte, informó que ya tiene operativos los casinos de Coquimbo, Viña del Mar y Rinconada, además del mencionado casino en Antofagasta. En su caso, la firma aseguró que “el flujo ha sido bueno, sobre todo en Viña del Mar. Ello, tomando en cuenta que la cifra de clientes es menor por la reglamentación de un número determinado de aforo”, señalan fuentes del diario El Mercurio. En cuanto a empleo, indicó que “se ha reincorporado un tercio del total de trabajadores”.
Sun Dreams señaló que en Monticello, su único casino operativo de momento, “hemos tenido una respuesta positiva de nuestros clientes, quienes han retomado de manera paulatina sus visitas”.
El grupo Boldt-Peralada, que opera un casino de Ovalle, manifestó que en su caso “el flujo de clientes ha estado de acuerdo a lo esperado (…). Hasta ahora contamos con alrededor de 100 máquinas activas que aseguran el distanciamiento social”.
El Casino de Colchagua también ha retomado su funcionamiento. Diego Cardoen, gerente general de Almacruz –sociedad bajo la cual está este casino–, indicó que el recinto está en “marcha blanca”, con un aforo de 24 personas, pese a tener una capacidad para 500.
Todas las empresas calificaron positivamente los protocolos para la industria. Este reglamento, además de aplicar las medidas tradicionales –como uso de mascarillas, alcohol gel, permanente desinfección, entre otras–, exige un distanciamiento de 2 metros entre máquinas de juego, las que deben estar en terrazas. En fase 5, el casino recién podrá funcionar a un 50% de su capacidad.
En paralelo, los principales sindicatos de casinos se encuentran haciendo un llamado para que el Gobierno permita el funcionamiento de las mesas de juego en fase 4. Ello, con el fin de que los crupieres puedan volver a trabajar, pero también por el atractivo de esos espacios para las visitas.
“Para nosotros es necesario que abran las mesas, porque hacen la diferencia, y recién podrán abrir en etapa 5. Acá en Enjoy Coquimbo somos 800 trabajadores, y estamos trabajando la mitad”, dijo a El Mercurio el presidente del sindicato de ese casino, Francisco Muñoz.
La dirigenta del sindicato del Casino de Colchagua, Lucía Arenas, indicó que en el casino “están operativas unas 50 a 60 personas, y en suspensión están entre 5 y 10 personas. En ciertas áreas se despidió en un principio –de hecho quedamos casi sin crupieres–, pero en la medida que las mesas se habiliten se irán recontratando”.
Rosa Cantillana, presidenta del sindicato de Sun Monticello, y César Aquez, presidente del Sindicato de Marida del Sol de Calama, relataron que en sus respectivos recintos la afluencia de público ha sido positiva, y que los clientes han respetado los protocolos. Particularmente en Monticello, la dirigenta aseguró que de los 1.000 empleados, 180 están operativos y con los crupieres “eso aumentaría en 100 a 150 trabajadores”.